Alicia Arias/León, Gto.- Después de la pandemia por COVID-19 la celebración del Día de los Inditos no ha vuelto a ser igual. Ya no hay filas qué hacer, ni horas qué esperar para llegar hasta los pies del altar para visitar a la Virgen de Guadalupe en el santuario que lleva su nombre.
El “Día de los Inditos” es una festividad católica única en México, que solo se vive en la ciudad de León, donde el 12 de diciembre, Día de la Virgen de Guadalupe, perdió fuerza ante el 12 de enero, que es la fecha en la que las y los leoneses acuden vestidos de “inditos” al Santuario de Guadalupe para pedir favores, agradecer y dejar ofrendas a la llamada “Patrona de México”.
Hasta antes de la pandemia por COVID-19, todavía el 12 de enero del 2020, la gente tenía que formarse desde la calle Miguel Alemán porque hasta ahí llegaba la fila y, hoy, igual que hace un año ni siquiera hubo fila; aun así, el tránsito de las y los peregrinos ha sido constante a lo largo del día.
EL ORIGEN
La tradición de lo que en León se le conoce como el Día de los Inditos tiene su origen en el año de 1876, cuando el sacerdote Pablo de Anda inculcó una ferviente devoción a la Virgen de Guadalupe y a esa tradición se le llamó “Niños Inditos”.
El sacerdote impulsó la construcción del Santuario de Guadalupe en el año de 1870, el cual fue bendecido el 12 de julio de 1875.
En ese tiempo, en León se acostumbraba a visitar a la Guadalupana en la Catedral Basílica de León el día 12 de diciembre y el santuario se quedaba solo, por lo que Pablo de Anda instituyó, un mes después, el 12 de enero la visita a la Virgen de Guadalupe en el Santuario dedicado a ella.
Con el pasar del tiempo, la gente dejó de acudir a la catedral el 12 de diciembre y prevaleció hasta hoy en día la devoción del 12 de enero, el Día de los Inditos.