ENCARCELAN A GUARDIA NACIONAL QUE MATÓ A UNIVERSITARIO

Carlos García/Guanajuato, Gto.- La Fiscalía General de la República (FGR) solicitó vincular a proceso penal a un elemento de la Guardian Nacional por el homicidio calificado del estudiante de la Universidad de Guanajuato (UG) Ángel Yael Ignacio Rangel y estará preso como medida cautelar en el penal de Puentecillas.

“Se está siguiendo una audiencia con respecto de un elemento de la Guardia Nacional. Se trata de una persona diferente a la que ayer se liberó”, difundió el rector de la UG, Luis Felipe Guerrero Agripino.

La Universidad de Guanajuato seguirá haciendo todo a su alcance para que se imparta justicia, señaló.

Son dos los elementos de la Guardia Nacional que dispararon contra la camioneta donde estaban cuatro estudiantes de la UG, matando a Ángel y lesionando gravemente a Alejandra Carrillo Franco.

El primer oficial no fue vinculado a proceso y era acusado de tentativa de homicidio porque disparó contra los universitarios. En este caso la Fiscalía General de la República (FGR) anunció que apelará la liberación del elemento identificado como Iván.

Al juez de la sala dos del Centro de Justicia Penal Federal de Guanajuato se solicitó la vinculación a proceso al oficial Ángel, como el presunto asesino del universitario.

En la audiencia, que se realizó en el domingo, se difundió que la bala que mató a Ángel Yael también lesionó a Alejandra.

También trascendió que el oficial vinculado era integrante de la Secretaría de Marina y que los dos oficiales no recibieron órdenes de disparar.

Es indignante la liberación de uno de los elementos de la Guardia Nacional que disparó contra Ángel Yael Ignacio Rangel, señalaron Norma Lucía Sánchez y Gerardo Ignacio Campos, padres del universitario.

“Esta resolución es indignante. Exigimos justicia, la muerte de Ángel no puede quedar impune”, difundieron a través de una carta enviada a los medios de comunicación.

Pidieron que el homicidio de Ángel sea el inicio a un camino distinto y que este tipo de historias dejen de ser cotidianas en Guanajuato y en México.

“¡Basta ya de vivir acostumbrados a estas injusticias!”, clamaron.

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