Alicia Arias/León, Gto.- Propietarios y comensales de los restaurantes de León viven con miedo a ser víctimas de bandas delincuenciales que tienen años operando en la ciudad y están identificadas, declaró el nuevo presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) Delegación León, Joaquín Ledesma Nova.
“Está muy mal. Cada vez está peor. La gente sí tiene miedo de salir, sobre todo, en las noches por lo que le vaya a pasar”, declaró en entrevista con los medios de comunicación el líder de los restauranteros al ser cuestionado sobre los asaltos que se comenten en sus establecimientos, como es el robo de relojes a comensales por parte de extranjeros.
“Tenemos que plantear con la alcaldesa –Alejandra Gutiérrez Campos- qué vamos a hacer para nosotros poder trabajar tranquilos, sobre todo en las noches”, expresó, al recordar que los extranjeros que roban relojes a comensales “tienen operando muchos años, aquí, en León. No es de este año. Los agarran y los vuelven a soltar”.
Joaquín Ledesma pidió a las autoridades que no los dejen en libertad o, bien, que los manden a sus países de origen porque son los mismos que llevan años delinquiendo en León y ellos, como empresarios, no pueden hacer nada, ya que pegar fotografías de los asaltantes para que la gente los identifique no sirve de nada si no son autoridad para detenerlos.
Cuando roban relojes, como el pasado 22 de febrero, “la gente comenta que otra vez la banda de los relojes y se baja la afluencia”, comentó y ejemplificó que si un día venden 300 mil, después de un asalto las ventas bajan hasta 100 mil pesos en un día.
Además de la banda que se dedica a robar relojes, hay otro grupo delictivo de jóvenes que viven en León y asisten a los restaurantes generando temor entre los comensales, denunció el presidente de la Canirac.
“Hay una banda, a cuyos integrantes agarran y los vuelven a soltar” y “están en los restaurantes como si nada. Uno no puede hacer nada, llegan al restaurante y yo no le puedo negar el servicio. Les niego el servicio y me sacan una pistola”, comentó.
Pero la gente los identifica, llegan a comer como si nada y los comensales tienen miedo porque saben que son criminales y las autoridades no los detienen o los sueltan y dejan libres, comentó.
“Mi sentir es preocupación. Hay que trabajar con las autoridades, con el gobierno, para que realmente se detecte y ya no pase esto… Que los agarren y no los suelten”, insistió.
El empresario pidió mayor seguridad en la zona de restaurantes y que los patrullajes sean más constantes, principalmente durante las noches “porque de nada sirve tener un policía que pasa en la mañana a que le firmemos” para comprobar que pasó por ahí.
El sector necesita que los policías pasen constantemente para que la gente se sienta segura en los restaurantes, dijo el empresario, quien considera que los policías deben hacer presencia en rondines a las 8:00 y 10:00 de la noche, por ejemplo, con las luces encendidas de las patrullas.
Además, recomendó a dueños de restaurantes instalar sistemas de seguridad, como videocámaras conectadas al C4 y guardias que cuiden los establecimientos.