Bernardo Monroy/Fotos: Bernardo Monroy/León, Gto.- Chapalita es, sin duda alguna, una de las colonias más antiguas y representativas de la ciudad de León. Este característico barrio tiene mucho de qué hablar: el Via Crucis más conocido de la ciudad, y el tianguis La Línea de Fuego.
También, ha sido escenario de algunos de los crímenes más famosos en La Capital del Calzado… aunque claro: es importante aclarar que gran parte de la gente que vive en Chapalita es dedicada, buena y trabajadora, pero no se puede negar (ni ocultar) su pasado como un escenario crucial en la nota roja guanajuatense.
Quien camina por las calles Bolivia y Sonora de Chapalita encontrará una antigua casa, marcada con el número 502. Parece un inmueble como cualquier otro, sin nada qué decirle al mundo… sin embargo, al conocedor de las historias de crímenes verdaderos sabe que lo que allí ocurrió marcaría para siempre la historia de México, pues era uno de los muchos burdeles de Las Poquianchis, las temibles asesinas y proxenetas.

Muchos de los vecinos ubican la casa, y saben lo que ocurrió allí. Están conscientes de todo el miedo y el dolor del pasado, que ha quedado plasmado en el presente.
Conviene recordar que, de los años cuarenta a los sesenta, las hermanas González Valenzuela (Delfina, María del Carmen, María Luisa y María de Jesús) abrieron varios burdeles en Jalisco y Guanajuato. Las niñas y jóvenes que allí trabajaban, eran secuestradas con engaños, o bien, vendidas por sus padres. Cuando ya no les eran útiles a las hermanas, ellas las mataban sin misericordia. Las que quedaban embarazadas sufrían el mismo destino con sus bebés en el vientre.
De entre 90 a 150 mujeres fueron víctimas de su maldad, y aunque las Poquianchis fueron capturadas, los hechos quedaron para siempre, grabados, en la historia. Incluso este año el director Luis Estrada prepara una nueva serie del caso, que será la adaptación de la novela “Las Muertas” de Jorge Ibargüengoitia.

Pero sigamos caminando por las calles de este singular, y tradicional, barrio leonés. Seguramente, los habitantes de mayor edad recordarán el nombre de “El Garruñas” uno de los delincuentes más famosos en la historia de la ciudad, que recorrió a sus anchas, y campante, las calles del lugar. Sobre todo en la calle Haití.
Su nombre real fue Daniel Campos, y durante los setenta del pasado siglo XX tuvo mayor auge su carrera criminal, aunque comenzó desde los sesenta robando una zapatería. Aunque nació en Lagos de Moreno, la Capital del Calzado fue la ciudad donde pasó gran parte de su vida. En Chihuahua fue donde se convirtió en Jefe de la Policía. Se le acusó de asesinar a un policía, a un médico y a dos policías. También se cuenta que le regalaba dinero a los pobres. Campos murió el 1 de febrero de 1998, inhalando humo en su habitación, cuando se incendiaba una cortina. Sobre él se han escrito libros como “Garruñas: una vida entre mujeres, apuestas, balas y copas”, de Rogelio de Pascual, y el corrido en su honor de Marcos Villa.
En las últimas semanas, el nombre de Chapalita volvió a escucharse en todo el país, a raíz de los terribles acontecimientos del niño Mateo. Lo cierto es que, afortunadamente, la gente trabajadora en ese barrio siempre será más.
