¿ENTRARÁ MÉXICO EN LA GUERRA ECONÓMICA DE EE.UU.–CHINA?

ENCUENTRO CON GOROSITO…

El Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos que lidera la Dra. Claudia Sheinbaum, entre sus objetivos prioritarios en el área económica- comercial, tiene el de disminuir la dependencia comercial con la República Popular China. 

Pese a que la presidenta prometió una” buena relación” con el gobierno de China. “Hay una buena relación con China. Digamos que lo que no hay es un tratado de libre comercio, entonces hay una relación comercial, pero hay muy buena relación con China”, dijo la mandataria mexicana en una de sus conferencias mañera.

Desde Palacio Nacional Sheinbaum reconoció, que la relación con el gigante asiático está constreñida al Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T- MEC), que “tiene una serie de limitantes”.

La búsqueda de disminuir la dependencia comercial de México ante China, se presenta como un obstáculo inesperado para Beijing, tomando en cuenta que México se convertiría en un obstáculo para el logro de los planes expansionistas en la región de América Latina y el Caribe que tiene China.

¿Cómo reducir la dependencia de China? Solicitando a fabricantes y empresas tecnológicas que empiecen a producir sus piezas y productos localmente es una de las primeras acciones del rumbo que tomará el nuevo Gobierno de México en materia económica, que acaba de asumir su periodo sexenal (2024-2030).

El movimiento de ciertas piezas podría llevar a cambiar el muy complejo panorama geopolítico, en el que las dos principales potencias económicas y militares del mundo (Estados Unidos de América y la República Popular China), se disputan el liderazgo mundial sin ignorar la importancia de México como nación clave en la región Latinoamericana para los intereses de los modelos antagónicos que promueven Washington y Beijing.

Por ejemplo, la presidenta Claudia Sheinbaum busca que los fabricantes de automóviles y semiconductores estadounidenses, así como los gigantes mundiales de los sectores aeroespacial y electrónico, “sustituyan algunos bienes y componentes fabricados en China, Malasia, Vietnam y Taiwán”, declaro al influyente periódico estadounidense, The Wall Street Journal, Luis Rosendo Gutiérrez, quien funge como viceministro de Comercio.

Esta noticia, como expresaba líneas arriba, ha dado a conocer a China que la presidenta Claudia Sheinbaum, estaría convirtiendo a México en un obstáculo inesperado para los planes expansionistas que tiene Beijing para la región de  América Latina y el Caribe.

Recordemos que en el 2023, México su pero a China como principal exportador a Estados Unidos. La manufactura impulsó ese crecimiento al representar el cuarenta por ciento de la economía mexicano, datos dados a conocer por la multinacional financiera Morgan Stanley.

Las importaciones estadounidenses desde México aumentaron en febrero de este año según datos del Departamento de Comercio. Mientras que las exportaciones de China a Estados Unidos, sufrieron una caída del veinte por ciento el año pasado en relación al 2022. Aunque hay que tener presente que los lazos con Beijing son relativamente profundos y hay billones (miles de millones) de dólares de por medio. Las intenciones que las empresas mexicanas produzcan localmente presentan sus desafíos.

Obvio es decirlo, el lazo comercial entre México y China no se romperá. El vicepresidente ejecutivo del grupo industrial binacional, denominado: Cámara México- China, César Fragoso, explicó que una de las  alternativas contempladas es que empresas del gigante asiático se establezcan en suelo mexicano “o tengan coinversiones con empresas mexicanas”.

Legisladores de la Unión Americana, se encuentran preocupados debido a que algo de lo anterior ya existe. Ellos lo denominan “la puerta trasera” de China para entrar al mercado estadounidense, creando empresas en México con el objetivo de evitar costos de transporte, sanciones y aranceles más elevados. A esta triangulación se le conoce como nearshoring.

SI bien México superó a China como principal exportador a Estados Unidos de América el año pasado, un artículo publicado en la BBC informaba como el origen chino del capital que está arribando a México “puede ser incómodo para las políticas de algunos países”, Sin embargo, al final el producto tiene sello local.

Por otra parte y muy importante, debemos tener presente que el propio México la segunda economía de América Latina detrás de la República Federativa de Brasil, ha reconocido que su “dependencia” económica de importaciones de China es “demasiada”. Las compras a China por parte de México al año rondan los 119.000 millones dólares, mientras que las ventas al gigante asiático son de 11.000 millones de dólares.

             ¡Hasta el próximo encuentro…!

                                                              Dr.(c).Washington Daniel Gorosito Pérez

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