LULA Y MACRON VOTAN SUBMARINO PARA CUIDAR “AMAZONIA AZUL”

ENCUENTRO CON GOROSITO…

Hace unos días  se puso a flote el Submarino de ataque Tonelero (S42), del Programa PROSUB (Programa de Submarinos), de la Marina de Brasil. La ceremonia fue liderada por el presidente del gigante amazónico, Luiz Inácio Lula da Silva, acompañado del presidente de Francia, Emmanuel Jean- Michel Fréderic Macron, miembros del gabinete ministerial brasileño y altos jerarcas de las fuerzas armadas y autoridades de la comunidad científica y tecnológica de ambos países.

El Tonelero de la Clase Riachuelo, submarino de ataque de propulsión diésel, es la tercera unidad construida en astilleros del Complejo Naval de Itaguaí en Río de Janeiro con asistencia de Naval Group. Los dos que le anteceden, el Riachuelo (S-40) y el Humaitá (S-41), se incorporaron al servicio naval en el 2022 y a principios de este año respectivamente. Se encuentra en fabricación aún, el último submarino de esta clase, el Angostura (S-43).

En su discurso el presidente de Brasil destacó dos puntos importantes, la alianza tecnológica con Francia y proveer de la seguridad necesaria a la “Amazonia Azul”. Consideró Lula, fundamental la asociación estratégica alcanzada con Francia, plasmada en el plano naval a través del PROSUB, expresando, con motivo de la construcción de estos nuevos submarinos de ataque, que:

“En este astillero vislumbramos la inmensidad de los 5.7 millones de kilómetros cuadrados de espacio marítimo brasileño, donde el 95% del comercio exterior transita por el Atlántico Sur, y donde hay recursos naturales y una biodiversidad inexplorada”.

“De la Amazonia Azul extraemos el 75% del gas natural y el 45% del pescado producido en nuestro país, y la protección de ese patrimonio natural y el mantenimiento del Atlántico Sur como zona de paz y cooperación son aspectos centrales de la política brasileña en su política exterior. En los últimos 150 años, estos objetivos nacionales se han hecho realidad con el apoyo francés”.

Mientras que el mandatario galo, expresó que: “Una vez más, Tonelero será sinónimo de una victoria brasileña, pero pacífica, industrial y tecnológica. Sin duda una victoria”. Recordó Macron los inicios del programa de cooperación estratégica entre ambos países, en el 2008: 

“Tenías razón en creer y nosotros teníamos razón en apoyarte. Este tercer submarino es un testimonio concreto de lo que nuestros países son capaces de lograr juntos, una verdadera asociación estratégica. Nunca hemos compartido nuestro know- how más que con Brasil, y los impactos positivos de este astillero, en términos de empleo creado, vocaciones creadas y universidades asociadas van más allá de lo previsto: nos permitirán multiplicar su alcance en la superficie, diez veces más allá de las profundidades submarinas”.

Ahora la pregunta es: ¿qué sigue? El siguiente paso es, durante meses el nuevo submarino y su tripulación serán sometidos a diversas pruebas de navegación e inmersión, al igual que sus sistemas de armamento y sensores, como con los dos anteriores, dará los pasos necesarios para integrarse al sector operativo de la Marina de Brasil.

Aunque la empresa más importante, también en alianza con Francia, incluso por lo que significa geopolíticamente a nivel global para Brasil es el desarrollo y construcción del Álvaro Alberto (SN-10), nombre con que será votado el primer submarino de propulsión nuclear brasileño, que se incorporará a la Marina en la próxima década. 

Ya se ha iniciado la construcción del casco y se avanza en el desarrollo del prototipo del reactor nuclear que brindará la energía que lo impulse desde las profundidades para cumplir con su papel en la defensa de la soberanía del gigante sudamericano.

Así Brasil entrará al “selecto club”, de los países equipados con submarinos de propulsión nuclear. El “club” está integrado por: Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Gran Bretaña. Cuando inauguró la planta de armado de los submarinos, la en ese momento presidenta Dilma Rousseff, reiteró la vocación pacífica de Brasil, aunque dijo que eso no excluye la necesidad de tener una industria de defensa “disuasiva”.

               ¡Hasta el próximo encuentro…!

                                                               Dr.(c).Washington Daniel Gorosito Pérez

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