PUEBLA DECIDIÓ EL FUTURO DE LA HUMANIDAD

ENCUENTRO CON GOROSITO…

El 16 de septiembre de 1867, Gabino Barreda pronuncia en Guanajuato la denominada “Oración cívica”, en su discurso hace una interpretación de la historia de México bajo los principios del positivismo de Augusto Comte. La divisa de Barreda en esta pieza de oratoria es que libertad es el medio, el orden es la base y el progreso es el fin.

Gabino Barreda alteraría la divisa comtiana, Amor, Orden y Progreso, o simplemente Orden y Progreso, diciendo “Libertad, orden y progreso, la libertad como medio, el orden como base, y el progreso como fin. Libertad era la nueva categoría con la cual Barreda alteraba la divisa comtiana. En esa categoría expresaba Barreda el ideal liberal.

Para Gabino Barreda la historia de México es un eslabón clave de la historia de la humanidad, según la tesis del positivismo comtiano. En la progresiva emancipación mental de la humanidad, México representa un alto grado de progreso. En las luchas intestinas de México, no se pelea por algo que sólo importe a esta nación, sino que en estos campos se decide nada menos que el futuro de la humanidad. En los campos de guerra mexicanos el espíritu positivo logra su emancipación mental.

Las fuerzas opuestas al progreso no aceptaron su derrota en México; éstas habían logrado detener la marcha de este progreso en el resto del orbe. Europa había detenido su marcha progresista y caído en una era de retroceso. Estas fuerzas se apresuraron a intervenir en México. 

Para Leopoldo Zea en su obra El positivismo y la circunstancia mexicana, la intervención francesa en México es la intervención del espíritu negativo, que ha logrado detener el progreso, en el último reducto del espíritu positivo. México representa, en la interpretación de Gabino Barreda, el último baluarte del progreso, será en este país donde se decida el futuro de la humanidad.

La lucha contra las tropas de Napoleón III no es simplemente una lucha por la independencia de México, sino la lucha por la independencia de toda la humanidad. El 5 de mayo de 1862 fue una victoria que México obtuvo para el rescate del progreso de la humanidad. “Los soldados de la República en Puebla- dice Gabino Barreda- , salvaron como los de Grecia en Salamina, el porvenir del mundo al salvar el principio republicano, que es la enseña moderna de la humanidad”.

México encarna en esta lucha el espíritu positivo de toda la humanidad, en lucha contra las fuerzas negativas encarnadas en las huestes de Napoleón III. Europa entera ha sucumbido ante esas fuerzas, sólo México logra enfrentarse a ellas y decidir con su victoria, la victoria del espíritu del progreso. México se transformó en el último baluarte del progreso.

“En este conflicto entre el retroceso europeo y la civilización americana-dice Gabino Barreda-, en esta lucha del principio monárquico contra el principio republicano, en este último esfuerzo del fanatismo contra la emancipación, los republicanos de México se encontraban solos contra el orbe entero”.

México salvaba con su lucha al mundo entero, incluyendo en este mundo a la propia América; prestaba un gran servicio a la humanidad y a la democracia americana. Al detener la invasión, dice Gabino Barreda, salvó a la democracia americana de caer en las garras del espíritu negativo “que pretendía entrar por México a los Estados Unidos”. El triunfo del partido republicano liderado por Benito Juárez García fue el triunfo del progreso contra el retroceso.

El último telegrama que envío el General Ignacio Zaragoza, desde la Iglesia de los Remedios ubicada en el oriente de la ciudad de Puebla, de cinco que se enviaron al Palacio Nacional y que informaron al presidente Benito Juárez García lo que se vivía en el frente de batalla enviado a las 19.49 decía lo siguiente:

“…Señor Presidente- Estoy muy contento con el comportamiento de mis generales y soldados. Todos se han portado bien-. Los franceses han llevado una lección muy severa; pero en obsequio de la verdad diré: que se han batido como bravos, muriendo gran parte de ellos en los fosos de las trincheras de Guadalupe. Sea para bien, Sr. Presidente. Deseo que nuestra querida Patria, hoy tan desgraciada, sea feliz y respetada de todas las Naciones”.

        ¡Hasta el próximo encuentro…!                

                                                          Dr.(c) Washington Daniel Gorosito Pérez

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