ENCUENTRO CON GOROSITO…
La actividad más importante, en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua, es la mayor iniciativa hasta ahora para restaurar, ríos, lagos y humedales degradados. La misma fue lanzada por tres países latinoamericanos (México, Ecuador y Colombia), y tres africanos (La República Democrática del Congo, Zambia y Gabón), de acuerdo con información proporcionada por la agencia IPS.
El gran objetivo es restaurar 300 mil kilómetros de ríos y 350 millones de hectáreas de humedales, una superficie mayor que la de la India, iniciando ahora y culminando en el 2030.
La directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), afirmó en la Conferencia, que “los ríos, lagos y humedales sanos son la base de nuestras sociedades y economías, y aun así son infravalorados y desatendidos de manera sistemática”.
Consideró que “aunque los países ya se han comprometido a restaurar, mil millones de hectáreas de tierra, el Desafío constituye un primer paso decisivo para centrar la atención y los esfuerzos tan necesarios en los ecosistemas de agua dulce”.
El Desafío se centrará en diseñar y aplicar de manera eficaz, las medidas de restauración, al igual que identificar las áreas prioritarias que deben ser restauradas, actualizar las estrategias y planes nacionales, y movilizar recursos y establecer mecanismos financieros para cumplir con las metas propuestas.
En el caso de México, la subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, Martha Delgado Peralta, dijo que nuestro país asume “compromisos más ambiciosos entre ellos, el de conservar, proteger y restaurar las cuencas hidrológicas desde un enfoque ecosistémico”.
México considera que tiene que desarrollar estrategias de manera integral para garantizar la disponibilidad de suficiente agua de calidad, tanto para los humedales como para el uso y consumo humanos.
Los seis Estados que lideran el reto exhortan a los demás países a “comprometerse con objetivos claros” al actualizar sus planes nacionales en materia de diversidad biológica y en los de restauración de ecosistemas de agua dulce, en sintonía con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 es: Garantizar la disponibilidad del agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos, la meta 6.6 plantea “proteger y restablecer los ecosistemas relacionados con el agua, incluidos los bosques, las montañas, los humedales, los ríos, los acuíferos y los lagos”.
El líder de agua dulce en el Fondo Mundial para la Naturaleza, Stuart Orr comunicó en la Conferencia que “la señal más clara del daño que hemos hecho y seguimos haciendo a nuestros ríos, lagos y humedales es el alarmante colapso de 83% de las poblaciones de especies de agua dulce desde 1970”.
Justamente, el Desafío “establece los objetivos y marcos adecuados para revertir esta tendencia, en beneficio no solamente de la naturaleza, sino también de las personas de todo el mundo. Es necesario que los gobiernos y las partes asociadas asuman con urgencia este compromiso”.
Los datos que plantea el PNUMA son “dantescos”, 4000 millones de personas, la mitad de la población mundial, sufren una grave escasez de agua al menos durante un mes cada año y 2300 millones de personas viven con estrés hídrico (demanda de agua superior a la disponible). Se indicó que el 75% de los desastres naturales ocurridos en años recientes guardan relación con el agua, incluidas las inundaciones, las sequías y las tormentas.
En las últimas dos décadas esos desastres naturales han destruido vidas y medios de subsistencia, afectando a millones de personas en todo el mundo y causando daños económicos por setecientos mil millones de dólares.
El secretario general de las Naciones Unidas, el diplomático portugués Antonio Guterres fue claro con un drástico y apocalíptico diagnóstico en su alocución: “Hemos roto el ciclo del agua” con un “sobreconsumo vampírico”.
¡Hasta el próximo encuentro…!
Dr.(c). Washington Daniel Gorosito Pérez