Bernardo Monroy/León, Gto.- Un Foro Mazda repleto de gente. Una noche inolvidable. Grandes clásicos del rock que se escucharon en toda la Feria de León 2025. Personas escuchando en los alrededores, emocionados. Eso y más fue el concierto de Def Leppard en León. En síntesis, como dice una de sus más famosas canciones: Hysteria.
La noche del sábado 18 de enero del 2025 va a ser recordada como uno de los grandes hitos del rock en León. Como la visita de Bruce Dickinson de Iron Maiden, o cuando 'Scorpions' piso tierras panzaverdes. Después de todo, escuchar en vivo 'Let's get rocked' es una experiencia que no se vive todos los días.
La historia de Def Leppard en León se remonta a los años ochenta, cuando llegaban discos de acetato o casetes a tiendas como 'La Manzana Verde'. En aquellos años era impensable que el 'Leopardo sordo' visitase la ciudad. Años después, sería una realidad para muchos inverosímil. Incluso cuando se anunció el cartel de la Feria 2025, muchos dudaron… pero era una realidad.
La locura empezó desde diciembre a los primeros días de enero. Los boletos gratuitos se agotaron a las pocas horas. Los revendedores hicieron de las suyas. Las filas crecieron desde la noche del viernes 17 al sábado 18. Todos querían escuchar a los oriundos de Sheffield, Inglaterra.
La noche del concierto llegó por fin, y como era esperarse, la afluencia fue total. El foro tiene una capacidad de más de 14 mil personas, y ese día estaba a reventar. Gente que no alcanzó lugar miraba y escuchaba desde los montículos de pasto de Parque Explora.
Antes de la llegada de Def Leppard, tocaron Arcoíris Band y Doomsday. Después, tras nos minutos de silencio, apareció, en la pantalla del escenario, una cuenta regresiva. Todo mundo sabía lo queiba a ocurrir cuando esta llegara a su fin.
Cinco… cuatro… tres… dos… uno.. ¡CERO! Entonces, Def Leppard apareció en el escenario, con Joe Elliot saludando a miles de personas: “¡Buenas noches, León!”
Los ánimos se encendieron. Gente de todas las edades, de todo Guanajuato y municipios aledaños aplaudieron. Algunos con playeras de la banda que tocaba, otros con imágenes de Iron Maiden o bandas afines. Con 'Rocket' la gente empezó a corear, a cantar, a brincar, haciendo el sìgno de la mano cornuda con la mano. Todo era una locura, y apenas empezaba.
“Do you wanna get rocked”, preguntaron los músicos, recibiendo aplausos y gritos como respuesta. Entonces empezó a sonar:
“Let's get, let's get, let's get, let's get rocked, I'm your average, ordinary, everyday kid Happy to do nothin', in fact that's what I did…”
El público era variopinto: niños, adolescentes, adultos, parejas, familias, adultos mayores apoyándose con su bastón. Gente de todo Guanajuato, de diferentes colonias de León, de Querétaro. Unidos por la música.
Animal. Foolin. Armageddon it. Fueron otras de las canciones que resonaron desde el Foro Mazda hasta los juegos mecánicos, el Poliforum y los puestos de gorditas y huaraches, en toda la feria se oía el estilo de Elliott, Collen, Allen y Savage.
“¡Muchas, muchas, muchas gracias León!” agradeció Elliot con su inconfundible acento británico.
Hubo dos momentos memorables: cuando cantaron 'Rock of ages', 'Hysteria' y después, tras un momento de silencio, precedido por luces de tono azul, sonó: “Love is like a bomb, baby, c'mon get it on Livin' like a lover with a radar phone…”
'Pour some sugar on me' fue, sin duda, de las más coreadas, reconocidas y aduladas.
Así terminó un concierto que fue un recuerdo para LA ERA DEL ROCK.
POUR SOME SUGAR ON ME: UNA HISTORIA DE AMOR
Las historias de los fanáticos de Def Leppard son de emoción, de energía, de entrega… y de amor. Esto es lo que dos de ellos contaron para este medio.
Alejandra Sánchez y Gabriel Nieto, asistieron desde Querétaro hasta León, y se sentaron en la primera fila. Llegaron en dos horas, sorteando el intenso tráfico en los alrededores de la feria. Para su suerte, conseguir los boletos fue muy rápido. Ambos son fans de Def Leppard. Ella, desde los ochenta, cuando sus primos escuchaban sus canciones.
“Era mi novia. Luego nos hicimos esposos. Fuimos a los conciertos juntos, y allí le pedí matrimonio”, dice Gabriel.
Otra de las historias fue la del irapuatense Óscar Sánchez, quien también estaba en primera fila, con un muñeco del Dr. Simi que, como manda la tradición mexicana de los conciertos, se preparó para arrojar al escenario.