ENCUENTRO CON GOROSITO…
La Siria moderna nació del sistema de mandatos establecido posterior a la Primera Guerra Mundial. Bajo el dominio francés, se intentó dividir el país en regiones étnicas separadas. Jabal- al Druze para los drusos, Damasco y Alepo para los árabes sunitas, Latakia para la minoría alauita, y Alexandretta en el norte para la minoría turcomana. Sin embargo, este intento fracasó, y en 1946 Siria emergió como un estado unificado.
De ahí que la profunda hostilidad e inestabilidad se derivan de la falta de un elemento unificador entre los diversos grupos étnicos que componen este país fragmentado. Este destino es compartido por otros estados de la región como Líbano, Irak o Libia. Desde su independencia, Siria se ha caracterizado por la inestabilidad política., frecuentes golpes militares y tres guerras fallidas contra Israel. El punto de inflexión significativo ocurrió en el año 1963 con el ascenso al poder del Partido Baath, allanando el camino para la llegada al poder de la familia Assad.
El régimen de los Assad, tanto bajo Hafez como Bashar, se basó en una combinación represiva interna y maniobras entre fuerzas regionales e internacionales. Bashar al- Assad inicialmente visto como la esperanza de Occidente debido a su formación en oftalmología en el Reino Unido, continuó el legado represivo de su padre, pero no logró mantener un control efectivo sobre los territorios del país. Bajo su gobierno, Siria se fragmentó en zonas controladas por las diversas fuerzas, incluido el ISIS, Turquía y Rusia.
La guerra civil Siria expuso la hipocresía de la comunidad internacional. Mientras los crímenes de lesa humanidad, incluidas desapariciones, asesinatos masivos y el empleo de armas químicas ocurrían a diario, la respuesta global fue mínima en el mejor de los casos.
En contraste con las protestas generalizadas que surgen cuando Israel está involucrado en conflictos, la tragedia Siria recibió poca atención en los Campus de Estados Unidos y en los medios de comunicación internacionales. Occidente decidió no intervenir, incluso cuando ISIS tomó el control de casi la mitad del país, y sólo respondió después de que comenzaran las ejecuciones públicas de civiles occidentales.
El ascenso de un nuevo régimen en Siria, liderado por figuras con vínculos claros con Al- Qaeda, presenta nuevos desafíos para Israel. Varias declaraciones sobre un “nuevo capítulo” han generado apoyo en Occidente, pero, ¿es esta la realidad?, ¿No fue también ésta la percepción Occidental cuando Erdogan llegó al poder en Turquía? La captura israelí del lado sirio del Monte Hermon y la destrucción de gran parte del poder militar sirio fueron condenadas en la Organización de las Naciones Unidas, pero recibieron un sorprendente silencio por parte del nuevo liderazgo sirio, un fenómeno que tal vez indique un mayor antisemitismo dentro de las Naciones Unidas que en el nuevo régimen sirio.
Para Israel, es imperativo mantenerse vigilante mientras se abstiene de apoyar a cualquier bando en los conflictos internos de Siria. Israel no forma parte d ela lucha entre sunitas y chiitas. Si la nueva administración en Damasco busca realmente la paz , que al- Joulani o cualquier otro líder se comprometa con las siguientes condiciones que pone el Estado de Israel:
*Reconocimiento público del Estado de Israel.
*Renuncia inequívoca y pública al reclamo sirio sobre los Altos del Golán.
*La devolución de los restos de Eli Cohen.
*Información sobre el destino de todos los soldados israelíes desaparecidos en el frente sirio.
Mientras estas condiciones no se cumplan, Israel debe continuar viviendo sobre su espada y mantener su fuerza militar en el frente norte. Solo si se mantiene esta postura firme , combinada con la disposición al diálogo en las condiciones adecuadas, garantizará los intereses de seguridad del Estado de Israel frente a Siria, cuyo futuro, como ha sido desde su creación, sigue envuelto en una gran incertidumbre.
¡Hasta el próximo análisis…!
Dr.(c).Washington Daniel Gorosito Pérez