Miagros Tadeo/León, Gto.- El vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Felipe Calderón Calderón, pidió a los criminales que retomen el camino del bien, pues de lo contrario nunca se llegará al fondo de la violencia.
Al indicar que “la cultura de la muerte nos está destruyendo como sociedad” dijo que es lamentable que el ser humano se esté matando unos a otros pues refleja la degradación social que existe; incluida la comunidad católica, pues muchos sicarios son creyentes.
“Y les diría a mis hermanos, porque son mis hermanos, aquellos que hacen la violencia, a aquellos que hacen la violencia, aunque estén confundidos, no es bueno que mates a tu hermano, porque para nosotros, para la Iglesia y para nosotros los creyentes siempre (…) ya no solo se trata de un homicidio sino de un fratricidio, y la diferencia es que no solo se mata a una persona o criatura, se mata a un hermano”, dijo.
Asimismo, sobre la tregua nacional de paz solicitada por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) a los criminales durante el 12 de diciembre, debe ser permanente.
“Que tomen el camino del bien, no solamente esto, no solamente este ratito porque vivimos en esta situación; la espiral de violencia nunca termina, eh, en esto nunca podemos decir o esperar; y esta es mi percepción, que nunca llegaremos al fondo si no nos detenemos, nos estamos destruyendo, nos están destruyendo y el mal, esta cultura de la muerte nos sigue destruyendo”, dijo.
Jaime Calderón señaló que todos las autoridades y actores sociales han fallado en materia de seguridad, por lo que es momento de que cada uno afronte y genere acciones para revertir la espiral de violencia que impacta a nuestro país.
“Por lo menos nosotros hemos hecho la chamba. Hemos fallado todos, porque todos esos muchachos, sobre todo los sicarios muchos son cristianos católicos, muchos fueron bautizados, o sea, nosotros no la lavamos en salud pública, no, también nosotros hemos hecho nuestra reflexión, qué nos falló y que nos está faltando para sanear a esas generaciones que vemos que están en envueltos en un problema grave”, dijo.
Dijo que en materia de seguridad todos deberían ser interlocutores con los generadores de violencia para sacarlos del camino del mal.
“Todos deberíamos ser interlocutores, porque si es un problema de salud pública significa que a todos nos está afectando, nosotros como Iglesia, jerarcas, obispos, ustedes como medios de comunicación, y toda persona (…) o remamos todos o nos hundimos y creo que la Iglesia ha entendido su lugar de hacer lo que pueda, por afrontar el problema”, concluyó.
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