A 79 AÑOS DE HIROSHIMA Y NAGASAKI  ¿SE REPETIRÁ LA HISTORIA?

ENCUENTRO CON GOROSITO…

Creo que nadie tiene dudas de las consecuencias destructivas de las armas nucleares, cuando llegamos al 79 aniversario de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, el 6 y 9 de agosto de 1945. Entre 90 mil y 210 mil es el cálculo de los muertos por las bombas atómicas, la mitad se produjeron el primer día en Hiroshima. 

A 79 años de estos hechos históricos y vergonzantes para la humanidad, a pesar de una campaña mundial en favor del desarme nuclear, el mundo ha sido testigo de un crecimiento en el número de países que hoy son potencias nucleares, que ha pasado de 5: Rusia, China, Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña a 9 sumándole a India, Pakistán, Israel y Corea del Norte.

Por lo tanto nos cuestionamos: ¿Es la campaña antinuclear mundial un ejercicio inútil? ¿Continuará la tendencia al alza, con países como la República Islámica de Irán, Egipto, Arabia Saudí y Corea del Sur como posibles potencias nucleares en un futuro próximo?

El único país que renunció a su arsenal de armas nucleares fue Sudáfrica. En la década de los 80 fabricó seis armas nucleares pero las desmanteló entre 1989 y 1993. Ante este panorama existe también un argumento válido, que no ha habido guerras nucleares, sólo amenazas, debido en gran parte al éxito de la campaña antinuclear mundial, al papel que ha jugado la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el manejo del tema y a la acción colectiva de la mayoría de los 193 países miembros al adoptar varios tratados antinucleares.

Según la Oficina de Asuntos de Desarme de la ONU (UNODA), se ha intentado eliminar las armas de destrucción masiva (ADM) desde la creación del organismo mundial. La primera resolución adoptada por la Asamblea General en 1946, estableció una comisión para tratar, entre otros, los problemas relacionados con el descubrimiento de la energía atómica. 

La comisión debía hacer propuestas para, entre otras cosas, controlar la energía atómica en la medida necesaria para garantizar que solo se utilizará con fines pacíficos. Desde entonces se han establecido varios tratados multilaterales con el objetivo de prevenir la proliferación y las pruebas nucleares, al tiempo que se fomentan los avances en el desarme nuclear.

Pero la situación geopolítica global actual es muy preocupante. En sesión del Consejo de Seguridad de la ONU; su secretario general, el diplomático portugués António Guterres advirtió: que con las tensiones geopolíticas aumentando el riesgo de guerra nuclear hasta su punto más alto en décadas, la reducción y abolición de las armas nucleares es el único camino viable para salvar a la humanidad. “Hay un camino  y sólo un camino que acabará con esta sombra insensata y suicida de una vez por todas. Necesitamos el desarme ahora”, afirmó Guterres.

Instó a los Estados poseedores de armas nucleares a que vuelvan a comprometerse para evitar cualquier uso de un arma nuclear, reafirmen la moratoria sobre las pruebas nucleares y “acuerden urgentemente que ninguno de ellos será el primero en utilizar armas nucleares”.

El secretario general también instó a reducir el número de armas nucleares lideradas por los poseedores de los mayores arsenales, Estados Unidos y Rusia, para encontrar “una forma de volver a la mesa de negociaciones”.

Invitó a Moscú y a Washington a aplica plenamente las Nuevas Medidas para la ulterior reducción y limitación de las armas estratégicas ofensivas, que contempla el Tratado START, y acordar un tratado que le suceda. “Cuando cada país persigue su propia seguridad sin tener en cuenta a los demás, creamos una inseguridad global que nos amenaza a todos”.

Guterres lamento que casi 8 décadas después de la incineración de Hiroshima y Nagasaki, “las armas nucleares siguen representando un claro peligro para la paz y la seguridad mundiales, creciendo en potencia, alcance y sigilo”, afirmó el máximo responsable de la ONU.

“Los Estados que las poseen están ausentes de la mesa de negociaciones, y algunas declaraciones han planteado la perspectiva de desencadenar un infierno nuclear, amenazas que todos debemos denunciar con claridad y contundencia”. Además, “las tecnologías emergentes como la inteligencia artificial y los dominios cibernéticos y del espacio exterior, han creado nuevos riesgos”.

El año pasado, cuando Nagasaki conmemoró el 78 aniversario del bombardeo atómico estadounidense a la ciudad, el 6 de agosto de 1945, su alcalde Shiro Suzuki, instó a las potencias mundiales a abolir  las armas nucleares, afirmando que la disuasión nuclear también aumenta los riesgos de una guerra nuclear. 

A su juicio, la amenaza nuclear de Rusia ha animado a otros Estados nucleares a acelerar su dependencia de las armas nucleares o a mejorar sus capacidades,  aumentando aún más el riesgo de guerra nuclear.

El líder de la ONU refiriéndose al tema,  recordó que, en la actualidad, la gente pide que se ponga fin a la locura nuclear: Lo hacen, citó, desde el Papa Francisco, que califica de “inmoral” la posesión de armas nucleares, hasta los hibakusha, los valientes supervivientes de Hiroshima y Nagasaki, pasando por Hollywood, donde la galardonada película Oppenheimer dio vida a la cruda realidad del juicio final nuclear para millones de personas en el mundo. “La humanidad no puede sobrevivir a una secuela de Oppenheimer”, advirtió António Guterres. 

Las armas nucleares y los seres humanos no pueden coexistir:

 ¡No más Hiroshimas, no más Nagasakis!

       ¡Hasta el próximo encuentro…!

                                                         Dr.(c).Washington Daniel Gorosito Pérez

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