PEZESHKIAN, UN “REFORMISTA” A LA PRESIDENCIA DE IRÁN

ENCUENTRO CON GOROSITO…

Mazud Pezeshkian, un médico de 69 años es el nuevo presidente electo de la República Islámica de Irán. Mazud será el noveno presiente y el primer jefe de gobierno reformista por primera vez en 20 años, desde Mohamad Jatami, rompe la tendencia anterior de tres mandatarios conservadores.

El triunfador en las elecciones obtuvo la victoria luego de una campaña en la que ha defendido en su discurso ciertas medidas de apertura, como consecuencia de las protestas sociales con más fuerza que se han presentado posterior al triunfo de la revolución Islámica de 1979.

Las elecciones fueron marcadas, como siempre en la República Islámica de Irán, por el extraordinario peso que tiene el denominado Consejo de Guardianes, el organismo que representa al estamento clerical y al líder supremo del país el ayatolá Ali Jamenei, quien ha analizado con mucho sigilo a quienes fueron candidatos en la elección presidencial, con el objetivo que no participaran aspirantes de marcada tendencia antisistema.

De ahí que el triunfador, como ya lo ha externado en sus primeros mensajes, ha dado a conocer como sus primeros objetivos convencer al pueblo iraní de su ánimo renovador y apaciguador. Afirmó Pezeshkian: “Todos formamos parte de este país, por lo que tenemos que recurrir a todo el mundo para que este país progrese”. Además, aseguró que su gobierno “tenderá a todo el mundo la mano de la amistad”.

El nuevo presidente se ha mostrado a favor de la libertad en internet, durante la campaña electoral y de la relajación de las estrictas medidas sobre la imposición del velo a las mujeres. Este tema es sumamente delicado dado el fallecimiento de la joven kurda iraní Mahsa Amini, supuestamente por llevar mal dicha indumentaria, cuando se encontraba bajo custodia policial.

La muerte de Amini, según las autoridades iraníes se debió a un problema de salud. Este hecho lamentable, desató una ola de protestas en las calles del país,  que fueron duramente reprimidas por la fuerzas de seguridad que esgrimieron como causa, la participación encubierta de “alborotadores” a sueldo de Occidente. Durante las movilizaciones murieron cientos de personas por la represión gubernamental.

Pezeshkian tiene más de dos décadas en la política, a la que ingresó después de participar en la guerra contra Irak (1980- 1988), y después de dirigir en los noventa la Universidad de Ciencia Médicas de Tabriz. En el año 2000 se convirtió en viceministro de Sanidad, durante el gobierno liderado por el reformista Jatami, quien un año después lo nombró ministro de Sanidad. En el año 2008 formó parte del Parlamento, en el que llegó a la vicepresidencia en el periodo 2016-2020.

Una vez confirmada su candidatura, reiteró su apoyo y compromiso con los principios de la República Islámica y ha abogado por respetar las líneas fijadas por el líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei.

Aunque hay que tener presente que el ayatolá Jamenei durante la campaña en la primera vuelta se mostró crítico con el reformista e impulso el voto por candidatos conservadores que se encontraban disgregados en varios frentes. La primera ronda fue marcada por porcentajes mínimos de participación, un 40%. Incluso uno de los candidatos Mohamad Javad Zarif, ex ministro de Relaciones Exteriores, quien alcanzó el acuerdo nuclear de Irán en el 2015 con las potencias mundiales, escribió en su cuenta de X un mensaje pidiendo perdón por el desafecto generado entre la población.

En la segunda ronda de votaciones y definitiva, el porcentaje subió a 49,8 por ciento. Ya el propio ganador lo había dicho tras uno de los debates cara a cara de la segunda ronda con el ultraconservador Saed Jalili. 

En esa oportunidad Mazud Pezeshkian dijo que el “ruido de fondo” de sus encontronazos verbales con su rival electoral ha terminado alejando al pueblo iraní de los candidatos. “El 60 por ciento no nos acepta. La gente tiene problemas con nosotros”, afirmó el hoy presidente electo.

Indudablemente el panorama no es muy alentador para el nuevo líder político de la República Islámica de Irán, máxime si tomamos en cuenta que se enfrenta en su región geográfica a una serie de conflictos y otros posibles o latentes, en los que Irán está involucrado directa o indirectamente, y veremos hasta donde llega su espíritu “reformista”.

            ¡Hasta el próximo encuentro…!

                                                             Dr.(c).Washington Daniel Gorosito Pérez

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