MariLuz Medina/Las Vegas.-Los cuartos de final de la Copa América 2024 se cerraron con el choque, que en la previa aparecía como el más atractivo de la fase: Uruguay vs. Brasil. Sin embargo, en Las Vegas sobró pelea, faltó fútbol y la alegría Celeste se dio en los penales.
Por penales. No había otra salida, después de un confuso 0 a 0, que le quedó minúsculo a la grandeza de unos y otros. Acertó Uruguay, que jugará una semifinal de la Copa América con Colombia el próximo miércoles 10 de junio. El 4 a 2 en la dramática definición expulsa a Brasil, que suma otro fracaso. Y está comprometido en la clasificación rumbo al próximo Mundial.
Se trató del tercer semifinalista clasificado por penales, después de la Argentina y Canadá, lo que demuestra la paridad que gobierna en esta parte del mundo.
Endrick representa la última promesa del fútbol mundial. De 17 años y de Palmeiras a Real Madrid en un abrir y cerrar de ojos, reemplazó a Vinicius, en un costado: el extremo de Real Madrid vio el juego desde la tribuna del Allegiant Stadium de Las Vegas, luego de ser suspendido por acumulación de tarjetas amarillas. La segunda amonestación la recibió en el empate 1-1 ante Colombia en el cierre de la primera etapa y, unida a un penal no señalado sobre el propio Vinicius, tuvo a la Canarinha envuelta en cólera contra el arbitraje.
El clásico le dio más fuerza a ese concepto: Uruguay pegó en exceso, con 26 faltas cometidas y una roja de VAR a Nández.
Ni Raphina, ni Rodrygo. Ni De la Cruz, ni Valverde. Un desarrollo parejo, combativo, sin osadía. Curioso, sobre todo, del lado de Uruguay: Bielsa suele tener un discurso ambicioso, que no siempre se traslada sobre el campo de juego.
En la parte final, Uruguay mostró las garras, pero siempre dentro de una timidez estructural. Con un jugador más por la expulsión de Nández durante los últimos 20, Brasil insistió, buscó. Pero lejos de su camiseta, como un equipo del montón.
En el primer torneo bajo la guía de Marcelo Bielsa, la Celeste contabilizó sus tres primeros partidos por victorias, lo que no lograba en la Copa América desde la edición de 1959, aunque sí lo consiguió en la etapa de grupos del Mundial de Rusia 2018.