Carlos García/Guanajuato, Gto.- La Universidad de Guanajuato (UG) denunció penalmente, por daños a edificios públicos y bienes con valor artístico e histórico, a siete estudiantes que participaron en la toma de las oficinas de la Rectoría para exigir transparencia en el proceso de designación del rector.
La máxima casa de estudios en complicidad con la Fiscalía General del Estado (FGE) y el Poder Judicial “criminaliza”, “violenta” y “amenaza” a una parte de los estudiantes que tomaron por 22 días la Rectoría, denunciaron Alonso Díaz Herrera, Rodrigo Rivera Beltrán, Desiree Vázquez Pellón y Frida Trejo Estrada, cuatro de los siete universitarios denunciados penalmente.
“Nos sentimos sumamente violentados, amenazados, sentimos miedo de lo que nos pueda pasar, no solo a nosotros, a nuestras familias, nos sentimos hostigados y vigilados en la Universidad de Guanajuato. ¡Están criminalizando a sus propios estudiantes!”, manifestó Rodrigo Rivera estudiante del octavo semestre de la carrera de Ciencias Políticas.
Es muy difícil la situación que atraviesan porque no confían en las instituciones y hacen responsables a la Universidad de Guanajuato y a las autoridades estatales de su integridad física, expuso.
El citatorio
El 15 de febrero, el Poder Judicial del Estado de Guanajuato envió a sus domicilios un citatorio donde les informa que el Ministerio Público adscrito a la Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos de Alto Impacto, José Antonio Gavia Freire, solicitó “se señale fecha y hora, a efecto de que tenga verificativo audiencia inicial, derivado de la carpeta de investigación 130424/2023”, contra los estudiantes Valeria López Olmos, Armando Herrera Navarrete, Ignacio Morales Castillo, Alonso Díaz Herrera, Rodrigo Rivera Beltrán, Desiree Vázquez Pellón y Frida Trejo Estrada.
A los estudiantes de Derecho, Ciencias Políticas y Administración Pública se les atribuye el delito de daños a edificios públicos y bienes con valor artístico e histórico, tipificado “en el artículo 210 primer párrafo, en relación con el 211, 13 y 20 primer párrafo, tercer supuesto del Código Penal” en agravio de la Universidad de Guanajuato, señala el citatorio.
El documento precisa que la Fiscalía refiere que, el 11 de septiembre del 2023, los siete estudiantes y “un grupo de entre 40 y 60 personas” llegaron al patio de la División de Derecho Político clasificado como “sitio emblemático” donde realizaron una manifestación y emitieron consignas con un megáfono.
El Ministerio Público precisa que arrojaron pintura a una persona “marcando con ello el piso del señalado patio” y después se “apoderaron” de la Rectoría donde “realizaron pintas, salpicaduras, con pintura y rayones, así como la colocación de letreros”.
Agrega que fueron dañados muros, lambrines, pisos, plafones, columnas, marcos de puertas, mobiliario y “una silla, esculturas y recuadros de pintura que datan del siglo XVII”.
La toma
Los universitarios recordaron que muchos estudiantes iniciaron un movimiento contra el proceso de designación del nuevo rector. Luis Felipe Guerrero Agripino terminó su segundo periodo al frente de la institución y la Junta Directiva designó como nueva rectora a Claudia Susana Gómez López.
“Exigíamos que el proceso fuera transparente, democrático y abierto”, recordó Desiree Vázquez, estudiante del octavo semestre de Ciencias Políticas.
Por la falta de transparencia en el proceso de designación y por el uso de los recursos, más de 100 estudiantes “de manera espontánea” deciden tomar las oficinas de la Rectoría General, narró Frida Trejo estudiante de Ciencias Políticas.
Relató que también hubo paros en otras sedes universitarias como Valenciana, León, Artes y Diseño Gráfico.
Directivos de la universidad como el actual secretario General y ex secretario de Gestión, Salvador Hernández Castro; y el jefe del Departamento de Vigilancia, Elías Lira Mares, organizaron un “grupo de choque” para amedrentarlos y desalojarlos, remontaron.
Después de un dialogo con la rectora Claudia Gómez se firmó un pliego petitorio donde se acordó dejar las pintas de murales, de las demandas y denuncias contra profesores señalados por acoso sexual; así como el compromiso de no represalias jurídicas, académicas, económicas, administrativas, ni políticas, entre otros puntos.
Criminalizan a universitarios
A pesar del acuerdo de no represalias, hay un proceso penal contra siete universitarios que es un mensaje de escarmiento para la comunidad universitaria, coincidieron.
“Me siento intimidado, tengo mucho miedo, no sé cómo será el proceso que vamos afrontar”, manifestó Alonso Díaz universitario del cuarto semestre de Administración Pública.
Agregó que esta semana su avance académico fue entorpecido porque estuvo acudiendo al Ministerio Público para tratar de obtener una copia de la carpeta de investigación en su contra.
“Es claro que estamos ante una persecución política por parte de la Universidad de Guanajuato, por parte de las otras instituciones que se dicen autónomas -FGE y Poder Judicial-, la denuncia en nuestra contra, surge en un contexto de un movimiento estudiantil”, declaró Rodrigo Rivera.
Lamentó que la máxima casa de estudios criminalice a los estudiantes por exigir transparencia y rendición de cuentas.
“Cómo puede ser posible, que en una universidad que dice abrir el pensamiento, criminalice a quienes pensamos diferente, a quienes cuestionamos, a quienes alzamos la voz”, cuestionó.
Desiree Vázquez dijo que es increíble que en vez de proteger y arropar a sus estudiantes, la Universidad de Guanajuato los persiga judicialmente.
“La universidad nos esta dando totalmente la espalda, quiero pedir que se pongan en nuestra situación, no te sientes segura estando adentro de tu propia institución”, externó.
El proceso penal contra los estudiantes es un atropello y es una violación a sus derechos humanos, consideró Frida Trejo.
“Ahora la universidad pretende que toda la comunidad estudiantil escarmiente a través de siete personas. Es claramente una persecución política, el único soporte que tenemos somos nosotros siete, esperamos que la sociedad se pueda sensibilizar ante esta situación”, remató.