EXIGEN JUSTICIA PARA VANDERKAM; NO HAY CONFIANZA EN LA FISCALÍA

Carlos García/León, Gto.- De verdad “esperamos que se haga justicia”, exigió la familia de Adolfo Enríquez Vanderkam, activista a quien le dispararon 30 veces después de que salió de una taquería de la zona centro de León.

“Es obvio que él sabía a lo que se arriesgaba, pero de todas maneras es algo que nunca esperas, es sumamente doloroso saber que todo el esfuerzo que ha hecho por la sociedad, el terminara tirado en la calle con 30 balazos, es super doloroso”, manifestó Aratxa Mayagoitia Enríquez, sobrina de Adolfo.

En la funeraria Eternity, donde se dieron cita familiares, amigos y periodistas, Aratxa agradeció a los ciudadanos de León por el cariño que le tienen a su tío y por la exigencia de justicia.

“Estamos viviendo en una sociedad ultraviolenta, esperamos que se haga justicia, de verdad esperamos que sí, que lástima que sea por él y porque hay una presión social muy grande”, manifestó.

La familia de Adolfo Enríquez, al igual que el activista, no confían en la Fiscalía General del Estado (FGE).

“Espero que de verdad se haga algo, de verdad se haga algo, la verdad no hay confianza, hemos perdido la confianza en la justicia y en las autoridades”, declaró Aratxa Mayagoitia.

Adolfo Enríquez dejó un legado en la ciudad de León, vivió por la sociedad y murió por hacer su trabajo -que era exhibir a criminales, a prestamistas, a autoridades y la violencia-, consideró.

Aunque recibió muchas amenazas de muerte “él decía que aguantaba vara, así literal decía, porque él creía en lo que hacía, el murió caminando en el centro, él sabía lo que hacía por la gente, él creía que la protección venía de Dios, Dios lo cuido por machismos años con esto que hacía”, recordó.

Agregó que la familia no tiene miedo porque ellos no realizan la actividad social que hacía su tío.

“No tengo nada de miedo, llegaron directamente con él, era para él, es normal porque quisieron callar su voz, nadie de nosotros hará lo que él hacía porque es imposible, él tenía su labor estructurada, nosotros no tenemos la intención de seguir haciendo eso”, enfatizó.

Reiteró que Adolfo nunca tuvo miedo por las amenazas que recibía, fue un hombre valiente en un país donde no hay tregua y los ciudadanos buenos terminan asesinados.

“Él vivió por la sociedad leonesa y murió por su trabajo, se agradece que lo tengan en sus corazones, a las personas que se tomaron el tiempo de ir al lugar -donde lo asesinaron-, nosotros no pusimos nada, en la noche vi gente llegar a rezar, a dejar cosas, que bonito, ayudo a mucha gente”, refirió.

Uno de los grandes legados que dejó fue la creación de un centro de rehabilitación contra las adicciones, donde daba pláticas a los jóvenes y a sus padres, consideró.

“Voy a continuar con eso, es mantener un legado de ayuda real, vamos a poner nuestro granito de arena para sacar a los jóvenes contra las adicciones”, remató.

En la ceremonia religiosa, el pastor Adolfo Orozco aseguró que la voz de Adolfo era escuchada por la labor social que realizaba.

“Él decía que sabía que estaba haciendo y las consecuencias que esto pudiera tener, él no se dio por vencido de ninguna forma, siguió sembrando”, manifestó el pastor.

Desde hace 10 años, Adolfo Enríquez exhibía a criminales, a ladrones, a homicidas, a prestamistas, a empresas abusivas y la ineficiencia de las autoridades. 

En redes y en Telegram publicaba fotos de criminales, sus direcciones y la forma en que operaban.

Denunció que en varias ocasiones recibió amenazas, la última del abogado del Corporativo Dental Foka -Dentalix-, Valdemar Eleazar, por ventilar que la empresa realizaba cobros arbitrarios y violentos a sus clientes.

“Ni tengo miedo, ni me retracto, reservándome el derecho de denunciar a este supuesto abogado, que con su actitud violenta solo me confirma las formas agresivas que emplea para los cobros”, ventiló.

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