Kuali, León, Gto.- En equipamiento y obras de rehabilitación de la Casa de la Cultura Diego Rivera se invirtieron 2 millones 412 mil 332 pesos en obras de rehabilitación.
Más de mil 300 estudiantes de más de 150 talleres que se imparten al semestre se benefician con estas acciones que tiene el objetivo de mejorar la experiencia didáctica de las clases diarias en el recinto.
El Instituto Cultural de León (ICL) presentó el proyecto Comunidad Cultural en Acción, Casa de la Cultura Diego Rivera, con el que obtuvo 762 mil 344 pesos a través del Programa de Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados (PAICE) en la modalidad: Vida a la Infraestructura Cultural.
Con este recursos se adquirieron materiales escolares esenciales como atriles, muebles, instrumentos musicales, equipo de cómputo y papelería.
De igual manera, gracias al aporte de la iniciativa privada, mediante la asociación Unidos por Guanajuato A. C. (UNIGUA), la Casa de la Cultura Diego Rivera, que por décadas ha sido un punto de encuentro para el fomento y desarrollo de las manifestaciones artísticas, recibió un proceso de rehabilitación con una inversión de un millón 649 mil 988 pesos.
Las obras de rehabilitación se realizaron durante un periodo de tres meses y consistieron en trabajos de albañilería, acabado en pisos, reparación de grietas de muros, aplanados a la cal, puertas de madera, pintura de muros y plafón en salones de segundo piso y cantera de patio y fachada.
“El Instituto Cultural de León, en esta administración, ha trabajado muy duro por preservar los inmuebles que son hogar de las actividades artísticas y que además dan identidad a la ciudad, porque es nuestra labor ponerlos a disposición de toda la ciudadanía”, destacó Lisette Ahedo Espinosa, directora general del ICL.
La Casa de la Cultura Diego Rivera cumplirá 50 años el próximo 15 de octubre y representa un espacio de convivencia en torno al arte donde se forman lazos y crean comunidades.
“El impacto de la casa de la cultura en la sociedad leonesa, yo creo, que es muy grande y muy importante, ya que es un lugar, es un semillero para crear, para tener la oportunidad de jugar con la imaginación, con la creatividad de encontrar nuevos quehaceres artísticos que a lo mejor no sabíamos que teníamos”, expresó la profesora Claudia Badillo Reséndiz, quien por más de dos décadas ha impartido la clase de danza contemporánea en el recinto.