ENCUENTRO CON GOROSITO…
El 6 de agosto se cumplirán 78 años de la primera detonación nuclear sobre población civil lanzada por Estados Unidos en territorio japonés, específicamente en la ciudad de Hiroshima en el año 1945, el 9 será lanzada la segunda bomba contra Nagasaki.
En un acto por la paz y el desarme atómico, el alcalde de Hiroshima comunicó que hasta el año 2018 los muertos y desaparecidos de esa ciudad sumaban 308.725 y en Nagasaki más de 200.000 seres humanos.
Lamentablemente el crecimiento cualitativo y cuantitativo de los arsenales nucleares, y el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania amenazan hoy más que nunca la paz y la estabilidad mundial.
Entre 10 países: Rusia, Estados Unidos, China, Corea del Norte, India, Pakistán, Francia, Irán, Reino Unido e Israel, tienen más de 15 mil ojivas nucleares.El caso de Israel es una incógnita en cuanto a potencia de su arsenal. Desde la década de los 70 del siglo XX, posee tecnología nuclear bélica, aunque ha negado la existencia de estas armas en su territorio.
Recordemos que apenas 10 días antes de que se produjeran los bombardeos sobre Hiroshima y Nagasaki, se había firmado la Carta de las Naciones Unidas cuyos objetivos principales justamente eran salvaguardar la paz mundial y la defensa de los derechos humanos, entre otros.
Los bombardeos nos mostraron que los gobiernos fueron ineficaces en la salvaguarda de la paz en esos momentos y pasados ya 78 años, siguen sin poder lograrlo a nivel mundial.
Otro punto a tener en cuenta actualmente, con respecto al tema de estas armas, es la creciente militarización de los países vecinos con el Ártico, de cara al control y explotación de sus recursos naturales, más que nada pesca, gas y petróleo.
Lo cierto es que a pesar de las tragedias de Hiroshima y Nagasaki, la industria militar y los gobiernos han sido incapaces de frenar la carrera de armas nucleares, cada vez más sofisticadas y destructivas. Si bien estos arsenales han sido utilizados más como “disuasión” o “moneda de cambio” negociadora y no se ha dado su uso concreto, la gran amenaza latente es si esta tecnología y estas armas cayeran en manos terroristas o extra estados.
Por otra parte tengamos presente que hoy el mundo está viviendo momentos de mucha tensión; el conflicto bélico en el que están involucradas Rusia, Ucrania y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), puede llevarnos al exterminio total. Una bomba atómica actual puede llegar a la equivalencia de más de 1 millón de toneladas de dinamita.
Hace unos días el jefe adjunto del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitry Medvedev, afirmó que Moscú habría sido “forzado a usar armas nucleares si el contraataque de Kiev respaldado por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), hubiese tenido éxito.
Recordemos lo que dijo el Papa Francisco sobre este tema hace un tiempo en El Vaticano: los “atroces” bombardeos a Hiroshima y Nagasaki constituyen “una advertencia continua para la humanidad, para que repudie para siempre la guerra y acabe con las armas nucleares y de destrucción masiva”. “Con la guerra siempre se pierde. El único modo de ganar una guerra es no hacerla”.
¡Hasta el próximo encuentro…!
Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez