ENCUENTRO CON GOROSITO….
El Sumo Pontífice al cumplirse una década del primer viaje de su pontificado a la isla italiana de Lampedusa el 8 de julio del 2013, después que un gran número de migrantes muriera como resultado del hundimiento de un barco en el que trataban de llegar a la costa europea, se refirió a las trágicas situaciones que viven los migrantes en el Mare Nostrum.
“En estos días, en los que asistimos a la repetición de graves tragedias en el Mar Mediterráneo, nos estremecen las masacres silenciosas ante las que aún permanecemos impotentes y atónitos”, manifestó el Papa Francisco.
Sobre dicha temática Su Santidad destacó, “que la muerte de inocentes, principalmente niños, en la búsqueda de una existencia más pacífica, alejada de las guerras y la violencia, es un grito doloroso y ensordecedor que no puede dejarnos indiferentes”.
“Es la vergüenza de una sociedad que ya no sabe llorar y compadecerse del otro”, afirmó el Pontífice en una carta que destinó al Arzobispo de Agrigento, Monseñor Alessandro Damiano, con motivo de la celebración en memoria del décimo aniversario de su visita papal a Lampedusa.
“Pasaron diez años del viaje que quise hacer a la comunidad de Lampedusa para mostrar mi apoyo y la cercanía a quienes, tras arduos avatares, a merced del mar, desembarcaron en sus costas”, recordó el Papa Francisco.
“La perpetración de desastres tan inhumanos debe sacudir absolutamente las conciencias”, y advirtió: Dios todavía nos pregunta: Adán-¿dónde estás? ¿Dónde está tu hermano? ¿Queremos perseverar en el error, pretendiendo ponernos en el lugar del Creador, dominar para proteger los propios intereses, romper la armonía constitutiva entre Él y nosotros?, se preguntó el Sumo Pontífice.
Según Francisco, “necesitamos cambiar nuestra actitud, el hermano que llama a la puerta es digno de amor, de acogida y de toda precaución”. “Es un hermano, que como yo, fue puesto en la tierra para disfrutar de lo que allí existe y compartirlo en comunión”, reflexionó el argentino Jorge Bergoglio. En este contexto, “todos estamos llamados a un renovado y profundo sentido de la responsabilidad, a la solidaridad y de compartir”.
“Es necesario, pues, que la Iglesia, para ser verdaderamente profética, trabaje solícitamente para colocarse en los caminos de los olvidados, saliendo de sí misma, aliviando con el bálsamo de la fraternidad y de la caridad las heridas sangrantes de quienes llevan las huellas sobre sus cuerpos, las mismas llagas de Cristo”, externó el Papa que vino del Sur, sobre el trágico destino de muchos inmigrantes en el Mediterráneo.
“Los exhorto a no permanecer presos en el miedo o en la lógica partidista, sino a ser cristianos capaces de fecundar esta isla (Lampedusa), situada en el corazón del Mare Nostrum, con las riquezas espirituales del Evangelio, para que vuelva a brillar en su belleza original”, concluyó Su Santidad, Bergoglio.
El Papa Francisco tuvo un especial agradecimiento a la comunidad local de Lampedusa y agradeció “su compromiso en la asistencia a los migrantes”, y encomendó a Dios a las personas que mueren en los viajes.
Solicitó a quienes recuerdan su visita apostólica en Lampedusa y Agrigento que no “permanezcan encarcelados en el miedo y en las lógicas parciales” y acudir en ayuda de los inmigrantes que llegan por mar”.
¡Hasta el próximo encuentro…!
Dr.(c). Washington Daniel Gorosito Pérez