Kuali/Ginebra, Suiza.- La experta en derechos humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Mary Lawlor, hizo un llamado a todos los gobiernos del mundo a reconocer públicamente los éxitos de las personas defensoras de los derechos humanos.
“En todo el mundo, los logros positivos de quienes defienden los derechos humanos suelen pasar desapercibidos. Veinticinco años después de que los Estados acordaran una declaración para promover y proteger el trabajo de las personas defensoras, sus logros son ignorados”, dijo la relatora en un informe presentado durante la 52° Sesión del Consejo de Derechos Humanos.
El informe incluye detalles de los éxitos logrados por las defensoras y los defensores de los derechos humanos en una amplia gama de contextos, incluido el cambio de leyes, la liberación de personas de prisión, la prestación de ayuda humanitaria y la exposición de la corrupción. El informe muestra que para algunas personas defensoras el sólo hecho de continuar con su trabajo bajo una inmensa presión es en sí mismo un logro.
“Las personas defensoras de los derechos humanos a menudo son víctimas de su propio éxito, atacadas porque se enfrentan a poderosos intereses creados, porque denuncian la corrupción, porque se niegan a aceptar la injusticia, porque desafían a las bandas criminales, porque hablan de cosas que los gobiernos quieren ocultar, porque dicen la verdad, y porque hacen que sucedan cosas buenas”, expresó.
“Los Estados pueden y deben hacer más para proteger a las personas defensoras. Pueden comenzar celebrando públicamente su trabajo en su propio país y en otros países. Veinticinco años después de la declaración, las defensoras y los defensores de los derechos humanos tienen razón al esperar más apoyo y protección de los que reciben actualmente”, señaló Lawlor.
Resultado de largas luchas
El informe señala que los éxitos logrados por las personas defensoras rara vez ocurren de la noche a la mañana, sino que a menudo son el resultado de largas luchas que requieren perseverancia y la ayuda de redes y otros aliados en un esfuerzo colectivo.
“Ignorar o minimizar la contribución vital de las personas que defienden los derechos humanos aumenta los riesgos para ellas y su trabajo”, dijo Lawlor al destacar que este año, de aniversario de la declaración, “debe ser uno de celebración y reconocimiento de los éxitos de las personas defensoras, uno de no sólo volver a comprometerse a ayudarlas, sino mostrar en términos prácticos cómo debería ser esa ayuda”.
El informe incluye recomendaciones prácticas para los Estados, basadas en consultas con defensoras y defensores, Organismos No Gubernamentales (ONG), personas expertas, académicos y funcionarios gubernamentales, sobre cómo apoyar mejor el trabajo de quienes defienden los derechos humanos y promover sus logros.