Alicia Arias/León, Gto.- La reducción del consumo de agua en casas habitación y en la industria, y no regar los jardines, son parte de las medidas que se implementarán en el estado de Guanajuato el próximo año. El objetivo es garantizar la sustentabilidad hídrica a largo plazo y evitar una crisis como la que vive la ciudad de Monterrey, a donde el Día Cero ya llegó.
Francisco García León, director general de la Comisión Estatal del Agua de Guanajuato (CEAG), habló en entrevista con Kuali sobre la estrategia que se está diseñando por parte del Gobierno del Estado de Guanajuato para convertirla en una política pública que se pondrá en marcha en el 2023. Dicha estrategia se dará a conocer en noviembre próximo.
Es una política preventiva para que no llegue a faltar el agua. El líquido será racionalizado y cuidado para consumir solo lo que la naturaleza aporte a través de las lluvias.
“Esto nos permitirá, en el largo plazo, la sustentabilidad hídrica” y “esto significa que aprendamos a vivir con los volúmenes de agua que tenemos y atendiendo los ciclos hidrológicos”, explica Francisco García.
HABRÍA DOSIFICACIÓN PARA ENERO-JUNIO 2023
En esta temporada no ha llovido lo suficiente. Si acaso, hasta la semana pasada las precipitaciones pluviales apenas eran la tercera parte de los promedios acumulados en los últimos 50 años. No eran ni los 10 centímetros, cuando ya se debería haber tenido el triple, es decir, 30 centímetros. Esto significa que no se alcanzarán los promedios de lluvia estimados “y necesitaremos instrumentar medidas de ahorro de agua, por lo menos, de enero 2023 hasta el mes de junio del mismo año”, anunció el entrevistado.
La advertencia del titular de la CEAG es seria: “Si no se hace un uso eficiente podemos tener el riesgo de que se puedan abatir muchos pozos”.
Ante esta realidad, la CEAG ya trabaja en el diseño de una política pública que garantice la disponibilidad de agua, si no en las cantidades que se tiene actualmente, sí en volúmenes racionados que permitan cubrir las necesidades básica de la población, la industria, el comercio y el sector agrícola.
La nueva estrategia consiste en utilizar lo que se tiene y se va a traducir en una serie políticas complementarias que consisten en lo siguiente:
- Bajar los volúmenes de consumo en las casas habitación, con equipos ahorradores.
- Habrá épocas en las que, necesariamente, no tengan que regarse los jardines “porque no estamos en esa posibilidad".
- Que las empresas también hagan lo propio.
- Reutilizar el agua tratada en diferentes procesos.
- Cambiar el régimen de operación de muchos pozos.
“No se puede estar bombeando 24 horas, ni si quera 16; probablemente se tenga que reducir a 8, y si bombeamos 8 significa que sacamos menos volumen y habrá menos agua qué repartir. Sí tenemos que dosificarla. Si lo que queremos es tener una sustentabilidad hídrica tenemos que trabajar y entender la naturaleza: si la naturaleza este año no me está dando el volumen de agua promedio que me daba, entonces, tengo que bajar mi consumo”, esa es la lógica que se seguirá en nueva política estatal.
Y es muy sencillo de explicar. “Es como decir: este año no gané lo que venía ganando y mis ingresos se vieron menguados, significa que no puedo gastar igual. Exactamente así opera la naturaleza y necesitamos entenderla. Necesitamos comprender y necesitamos actuar en consecuencia”, comentó el entrevistado.
“Eesto significa que aprendamos a vivir con los volúmenes de agua que tenemos y atendiendo los ciclos hidrológicos”.
Francisco García León
La estratega se dará a conocer, como sucede en los distritos de riego, es decir, cuando termina la temporada de lluvias se establece el volumen de agua que se captó en cada uno y se define la política de uso. Eso ocurrirá en el mes de noviembre próximo y se hará lo mismo para el uso de las aguas subterráneas.
-¿Esta falta de lluvias generará problemas en algún sector?
-”Si no somos inteligentes en el uso del agua sí va a generar problemas porque cuando se trabaja con aguas superficiales la operación es muy sencilla porque se ve si las presas tienen agua, y en el caso de las aguas subterráneas –se desconoce-, al carecer, en gran medida de instrumentos de medición que nos permitan saber dónde están. No es que no existan los instrumentos, es que no han sido utilizados por los diferentes usuarios, y me refiero a las industrias, organismos operadores de agua, prestadores de servicios”.
Por ello, la CEAG impulsará la medición para que sepan dónde está el nivel del manto freático y, en base a ello, determinar los volúmenes de extracción.
“Voy a ponerte un ejemplo: si tú tienes 100 pesos en una cuenta de banco, sabes que tu límite son 100 pesos. Si agarras más de 100 pesos, entonces, le debes al banco. Eso es muy claro” y con las aguas subterráneas ocurre igual. “Si yo sé que tengo un nivel de manto freático, por decir, que está a una profundidad de 80 metros, normalmente, y de repente me voy a los 120 metros, significa que saqué más agua de la que debería porque en el ciclo de recarga, a través de la lluvia, no se alimentó el manto freático y solo llegué a los 90 metros. Es decir, no puedo disponer de más volumen de agua. Eso es lo que tenemos qué hacer”, explicó.
ostiene Francisco Gacía.
SE APROVECHARÁN LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS
El uso de las aguas superficiales, aquéllas que están en las presas, y la explotación de las aguas subterráneas, las que están en los mantos freáticos, también cambiará.
El director de la comisión estatal del agua detalló que se busca cambiar, en el corto plazo, el uso intensivo de aguas subterráneas por aguas superficiales de los diferentes aprovechamientos que hay en el estado, como la Presa Solís, la Presa de Allende y otras que están cercanas a las manchas urbanas.
Esto es necesario porque, por ejemplo, en León más del 90 por ciento del agua que se consume proviene de los pozos y solo poco menos del 10 por ciento son aguas superficiales, concretamente de la Presa El Palote, pero existe una serie de presas que únicamente se utilizan para el control de avenidas (creciente del caudal) en la zona norte, y la idea es aprovecharlas, entre ellas se encuentran las presas de Alfaro, de La Manzanilla y de Otates.
Esta estrategia será implementada por la CEAG en prácticamente todas las en las principales ciudades del estado como parte del proyecto “Agua sí para Guanajuato”.
“NECESITAMOS PREVENIR”
-¿Se busca evitar situaciones como las que se están viviendo en el estado de Nuevo León?
-“Eso es lo que estamos buscando. Todo el tema sería preventivo, más que correctivo. Necesitamos prevenir, necesitamos entender cómo funciona el ciclo hidrológico y, en base a ello, buscar la sustentabilidad hídrica”.
La forma en la que se consume el agua en el estado de Guanajuato tiene que cambiar y “el llamado es que seamos conscientes de que en los años de austeridad hídrica, donde no tenemos lluvias suficientes, sepamos qué es el uso racional del agua, el uso eficiente del agua, tanto al interior de las casas habitación como en la industria, como en el sector turístico, como en el sector agrícola. Es necesaria la eficiencia y esta eficiencia va a redundar en el largo plazo en la sustentabilidad hídrica de Guanajuato”, expresó.
Destacó que la CEAG no tiene el poder para sancionar por el mal uso del agua, “pero sí podemos advertir de lo que vaya a pasar si no hacemos un uso racional.”
Quien sí tiene la facultad de inspeccionar, vigilar y medir es la Comisión Nacional del Agua (Conagua), pero no tiene la infraestructura ni la gente suficiente para hacerlo; sin embargo, en la CEAG “no nos vamos a quedar cruzados de brazos a esperar que la Conagua haga su chamba. Necesitamos, por el bien de la ciudadanía, por el bien de la economía y el desarrollo económico de este estado, que dependemos, en gran parte de la agricultura y de la industria que también necesita agua para sus procesos. Entonces, necesitamos instrumentar la política pública que nos permita determinar cuál sería el uso adecuado del agua subterránea para los próximos meses”, concluyó el director general de la CEAG.