Alicia Arias/León.- La industria automotriz del estado de Guanajuato, integrada por nueve armadoras transnacionales, está colapsada, la cadena de producción está rota por la falta de insumos y está a punto de estancarse.
Lo que empezó en el año 2021 con la escasez de microchips, se ha ido agravando con la falta de otros insumos, como las piezas de metal, principalmente de aluminio, y derivados de la industria petroquímica; todo ello como consecuencia de la crisis provocada por la pandemia de COVID-19, que orilló a cerrar temporalmente las plantas de producción a nivel mundial.
En el 2021, México produjo 2 millones 979 mil 276 vehículos, un dos por ciento menos que lo reportado en 2020, debido a la crisis de semiconductores y a los problemas de logística para el traslado de las piezas necesarias en el armado de los vehículos en las plantas del país, lo que provocó paros de producción que representaron cientos de miles de unidades menos de las proyectadas.}
Así, en diciembre de 2021 se añadieron solamente 212 mil 272 vehículos al total del año, es decir, 16.51 por ciento menos que en diciembre de 2020, de acuerdo a lo reportado por el gobierno estatal, a través de Guanajuato Puerto Interior.
EL RIESGO DE ESTANCARSE
Las voces que han vaticinan un pronunciamientos más severo de la crisis automotriz han estado presentes a lo largo de lo que va del año.
El pasado 10 de febrero, el titular de la Secretaría para la Reactivación Económica de León y ex funcionario estatal en temas de economía, Guillermo Romero Pacheco, declaró que en ese momento no se vislumbraba una solución a corto plazo para el estado de Guanajuato porque el tema es complejo y requiere de inversiones multimillonarias.
El 23 de marzo, el entonces secretario de Desarrollo Económico Sustentable (SDES), Mauricio Usabiaga Díaz Barriga, también confirmó que el desbasto de componentes en la industria estatal continuaría por tiempo indefinido con posibles paros y reducción de la capacidad instalada, pero descartó el despido de personal.
Tres meses después, el 17 de junio, la presidenta ejecutiva de Asociación de Empresas Proveedoras Industriales de México (Apimex), Ana María Carpio Mendoza, reconoció que la cadena automotriz en el estado de Guanajuato está rota.
“La cadena está rota. Eso es verdad, pero también, esto implica un desarrollo que la industria local quiere impulsar y eso es lo positivo para diversificarse y sustituir”, expresó en entrevista con los medios de comunicación.
Las voces de alarma no han cesado, y este viernes primero de julio, durante la inauguración en San Miguel de Allende de la planta francesa Le Bélier, dedicada a la fabricación de componentes moldeados en aluminio, el gobernador del estado, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, urgió una reconversión de la industria ante el riesgo de estancarse si no se reinventa.
En su discurso reiteró que su gobierno tiene tres metas muy claras: la industria 4.0, la mentefactura y la reconfiguración de la industria automotriz a los autos eléctricos.
“Por eso queremos que la innovación sea parte de nuestra columna vertebral, no solo queremos armar coches, queremos diseñar los nuevos coches; queremos que empresas como Le Bélier, traigan sus centros de investigación, de innovación para desarrollar riqueza a partir del conocimiento en Guanajuato”, expresó el mandatario estatal.
“Guanajuato tiene la mira muy clara en tres cosas, diría yo: la industria 4.0, que es la automatización, todo lo que es robótica; dos, la mentefactura, que es generar riqueza a partir del conocimiento, diseño, innovación; y tercero, la reconfiguración de nuestra industria automotriz a los autos eléctricos. Ya acaban de anunciar en Europa el fin de los autos de combustión, después del 2030, el tiempo está contado”, advirtió.
Añadió que no es lo mismo armar, fabricar y vender coches de combustión que fabricar autos eléctricos; porque, para empezar, el motor tiene menos piezas, los materiales son distintos, el valor está en las baterías, etcétera, “y si no reconfiguramos nuestras plantas, pues se van a ir a otro lugar”, enfatizó.