Alicia Arias/León, Gto.- “Cuando hay trabajo infantil es que algo falló en el sistema” y en México se tiene una asignatura pendiente porque la políticas públicas no están acompañadas de recursos, advirtió el experto en trabajo infantil, Alejandro Martínez Reyes.
“Uno puede tener una posición y es muy respetable decir: ‘necesitamos que trabajen porque necesitan tener ingresos pero, al final, hay un tema de ley”, dijo en entrevista con los medios de comunicación el director de Cumplimiento Social de la organización civil Save The Children y director del Centro de Derechos de la Niñez y Empresa para México y Latinoamérica.
Eso es perpetuar a pobreza, por eso es un dilema el trabajo infantil. “Si el chavo trabaja se le coarta la libertad de romper con ese círculo porque, entonces, se hace permanente que sea cortador de caña toda la vida”, explicó.
Luego de que la directora ejecutiva de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), Tania Ramírez Hernández, se manifestaran a favor del trabajo infantil en varios sectores y con la garantía del respeto a sus derechos, Alejandro Martínez respondió en entrevista: “yo no lo veo mal. El único asunto es que tampoco podemos caminar en sentido contrario con el tema de la legislación”.
Agregó que al final de cuentas la legislación mexicana prohíbe el trabajo infantil y, pese a esta prohibición sigue existiendo porque “no es un tema sencillo”, ya que interviene factores como la pobreza, la falta de espacios educativos y decisiones familiares, lo que ha provocado que desde hace dos décadas surgiera en América Latina un movimiento que busca reivindicar el trabajo infantil y plasmarlo en políticas públicas.
Y, aunque está prohibido que en este país trabajen niñas, niños y adolescentes, más de 2.2 millones de entre cinco y 17 años de edad se encuentran en el mercado laboral, porque “México tiene buenas políticas públicas pero carece del presupuesto” para cumplir las acciones contempladas en las leyes.
Abolir el trabajo infantil requiere de una redistribución del egreso “porque el trabajo infantil es un tema multifactorial, pues es un tema de la familia, de educación, tiene que ver con salud, con la previsión social y, al final, es numérico: de cada peso .004 va a esto”, explicó Alejandro Martínez, al señalar que el anhelo es de que cuando menos se destine el uno por ciento del presupuesto. “Son tan grandes las necesidades, pero podrían haber esquemas de redistribución de los egresos, de la política pública acompañada de otras dimensiones”, consideró.
En definitiva, es un tema de recursos porque se necesitan escuelas de calidad, docentes bien pagados, oportunidades laborales, esquemas de salud en los municipios y sistemas de protección social, para empezar.
“Es una dimensión muy grande. Hay un trabajo importante por hacer y que se abran los espacios de diálogo, que los tomadores de decisiones estén más informados, más conscientes, que pisen, que vean dónde están las situaciones”, comentó.
“Las políticas públicas pueden ser muy buenas, pero si no están acompañadas de presupuesto, hay una imposibilidad por parte del Estado -federación, estados y municipios- por tener recursos para estas acciones”, concluyó el director de Cumplimiento Social de Save The Children.