Alicia Arias/León, Gto.- Más de la mitad del agua que consume la población de León se trae de otros municipios del estado y el 99.5 por ciento se extrae de pozos profundos debido al estrés hídrico que presentan los acuíferos del estado, por eso el “Día Cero” será un tema permanente en León.
“El Día Cero, yo creo que va a ser un tema permanente porque, la verdad, es que en la ciudad de León estamos pasando por un estrés hídrico, bueno, en todo el país, pero la ciudad de León ha sido catalogada como la segunda ciudad con más estrés hídrico”, expresó en entrevista con los medios de comunicación el director general del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (SAPAL), Enrique de Haro Maldonado.
Por lo anterior, dijo, que León no puede esperar a que suceda lo que está ocurriendo en el municipio de Monterrey, Nuevo León, el primero del país que ya está racionalizando el agua desde el mes de marzo de este año.
“Nosotros la estamos teniendo plena. No estamos ni siquiera cortando el servicio, ni tandeando, ni terciando. La verdad es que contamos con ciudadanos muy conscientes quienes reciben una dotación de agua catalogada como baja, que es de 136 litros por habitante al día, lo que permite administrar el agua y no racionalizarla”, mientras que el consumo nacional promedio por persona es de 290 litros.
Los municipios de los que trae agua a León son: Romita, Purísima y San Francisco del Rincón; además de que el 99.5 por ciento del agua se extrae de pozos profundos, a más de 300 metros de profundidad y los mantos freáticos sufren un abatimiento anual de 1.5 a dos metros de profundidad debido a la extracción del agua.
Desde hace más de 25 años en León se extrae la misma cantidad aun cuando la población creció en más de 1 millón de habitantes, pero la necesidad de cuidar y buscar nuevas fuentes de abastecimiento es latente ante la demanda de 85 millones de metros cúbicos anuales que se consumen en León, de los cuales el 70 por ciento se entrega a la población y el resto, 30 por ciento, se pierde en el clandestinaje, las fugas no visibles y lo que SAPAL denomina submedición, es decir, el agua que no se factura porque los medidores no marcan correctamente, y esto representa el 12 por ciento, aun cuando cada año el sistema renueva, sin costo para el usuario, los medidores que cumplen 10 años de antigüedad.