LECTURA… PESTE… POESÍA…ESPERANZA…
Dr.(c) Washington Daniel Gorosito Pérez
¡Quédate en casa y lee!
Hoy más que nunca
frente al Coronavirus,
frente a la peste,
se transforma en una consigna.
Lee y dale sentido al encierro
y también a tu soledad
aunque estés con otros
y la descubrís…estás solo.
Lee y saca la cabeza
más allá del propio tiempo.
Lee para asumir que la vida
nos conduce y acaba en la muerte
inexorablemente
de la que no podes huir.
Como en “La Peste”, sí, la de Camus
los seres humanos
estamos solos en el mundo.
La naturaleza es más fuerte
no podemos cambiar el destino
los dioses se han ido
y el hombre
entregado al vaivén
y al capricho de la vida
se tiene solo a sí mismo.
Unos mueren,
otros se salvan,
no hay reglas,
ni moral,
lo único que salva
es la solidaridad si se aplica.
Creer los unos en los otros
unirse para contener
y
rechazar la desgracia
y
el dolor que trajo la peste.
Una nueva humanidad surgirá
de la pulsión defensiva de la vida
porque una vida
puede contener a todas las vidas
y por eso,
defender a un hombre en concreto
es defender al género humano.
Ese hombre,
que se pone de pie y dice “no”
el hombre rebelde
ese que dice “no” cuando los otros
se están entregando.
Es la negación a aceptar un destino
que quita el valor de la existencia.
A veces parecería
que el hombre es ciego
ante la peste,
como la fiera que me acecha
en la urbe sin que yo la vea.
Lo ignora todo y su muerte
es parte de ese “no saber”.
Esta epidemia le impone
a toda la humanidad
algo muy común
en la vida del escritor:
saldrás poco
leerás mucho
estarás solo
aunque estés acompañado.
Quizás,
hoy el mundo
comprenderá un poco más
a estos seres solitarios
que de vez en cuando
salen de sus guaridas
y por eso mismo
son un poco torpes
o desadaptados.
Son sobrevivientes y caminantes
en esta senda llamada vida
marcada esa existencia
por sus versos y poemas
Y quizás,
alguno quede inacabado,
como este…
El poeta,
escarba entre palabras empolvadas
que llegan por el aire
como la peste.
Humo y polvo se confunden
polvo de los muertos
tapa retratos gris- sepia.
Mientras.
el ondulante humo del café
da paso al polvo del olvido.
El poeta,
es de escritura tosca
como sus movimientos.
El tiempo fluye,
las horas se sueltan,
el Sol estalla
rojo denso, fuego intenso,
anunciando presagios adversos.
Las palabras huyen
como bandadas en peregrinación,
ante una realidad que duele
y
el poema se resquebraja
y
fragmenta
como la vida,
ese poema inacabado.
Pronto vendrá el tiempo
de oír los estallidos
de las voces hoy ocultas
y el hermoso trinar
de los pájaros nuevos.
Si después de la tormenta,
una sensible humanidad florece,
sólo hallaremos luz en este valle
de oscuridad presente.
Esa luz se llama esperanza
vale la pena luchar por ella
no dejes que te la arranquen.
El poeta te lo asegura
la vida continuará
sigamos luchando
se impone la esperanza.