Kuali/Guanajuato, Gto.-Con el objetivo de conservar los iconos arquitectónicos, el gobierno municipal de Guanajuato invierte un millón 100 mil pesos en la restauración integral de la torre francesa del emblemático Mercado Hidalgo.

En esta torre de estilo ecléctico que data de la época porfiriana, se realizan acciones de fumigación para mantener la madera antigua en buenas condiciones, sin que pueda ser dañada por polillas y otras plagas.

Con acciones de esta naturaleza, la Administración que encabeza el Presidente Municipal de Guanajuato, Edgar Castro Cerrillo, refrenda el compromiso de mantener en buen estado los tesoros arquitectónicos de la Capital.

La intervención arquitectónica comenzará desde la base de la torre, con trabajos especiales de conservación en las vigas, las estructuras metálicas y la cubierta de lámina del primer cuerpo.

Los recursos para conservar este símbolo de la identidad guanajuatense provienen del Programa de Apoyos a la Cultura y Apoyo a las Ciudades Mexicanas del Patrimonio Mundial (ACMPM).

Asimismo, se sustituirán las piezas de madera dañadas por la humedad u otras causas, la malla contra aves, las piezas laminadas de zinc con daños visibles y el sistema de impermeabilización en el pedestal sobre el que reposa la torre de origen francés.

Esta importante obra de restauración también contempla la limpieza y una nueva capa de pintura en la estructura metálica al interior de la base. Adicionalmente, el reloj de cuatro carátulas (y proveniente de la Casa Borell de Francia) ornamenta la torre metálica cuyo estilo afrancesado cautiva y sorprende a capitalinos y visitantes de todos los rincones del mundo.

De acuerdo con la “Guía Histórica de Guanajuato” (2001), autoría de Manuel Sánchez Valle, la construcción del Mercado Hidalgo comenzó el 15 de enero de 1909, tras múltiples suspensiones desde 1904; concluyó el 16 de septiembre de 1910 y la torre costó 16 mil pesos de aquella época.

La historiadora Marisa Andrade Pérez Vela indicó que el centenario mercado representó lo más moderno del siglo XIX y sintetizó el máximo ideal porfirista de “orden, paz y progreso”, ya que en su interior se concentraron los comerciantes que ofrecían sus productos en la plazuela del Baratillo, el jardín Reforma y la bajada de Mendizábal, y ese ordenamiento, que fue celebrado por la sociedad guanajuatense, significó un paso hacia el progreso y punto de partida para la paz social.