Kuali/Guanajuato, Gto.-El arpa es un instrumento al que lo acompañan diversos mitos en algunas sociedades indígenas de nuestro país, quienes han antropomorfizado al instrumento dotándolo de una vida propia que crea la música para acompañar ciertas ofrendas.
Alejandro Martínez de la Rosa, investigador de la Universidad de Guanajuato en el Departamento de Estudios Culturales del Campus León, se interesó en el estudio del arpa y comenzó con una investigación que desarrolló gracias a una beca otorgada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Lo que le permitió, junto con otros investigadores y estudiantes colaboradores, desarrollar una investigación en el área de la etnomusicología.
El arpa es un instrumento que llegó a México con el arribo de los españoles, quienes, mediante la música sacra, trataban de evangelizar a los pueblos indígenas. Fue así, que, con el paso del tiempo, estos pueblos integraron los sonidos del arpa a su propia música, usada en muchos casos, en distintos rituales.
El nombre de la investigación que Martínez de la Rosa y sus colegas han realizado durante tres años, se denomina “El uso del arpa entre los pueblos indígenas de México” y tuvo como principal objetivo definir y evidenciar cuál es el uso del arpa en la actualidad, qué grupos indígenas la siguen utilizando, además de dar cuenta sobre los mitos que envuelven al instrumento.
Para realizar dicho trabajo, Martínez de la Rosa, visitó las distintas regiones en las que el arpa aún se toca en la tradición de la música popular, sin embargo, externó que este acto se está perdiendo y las nuevas generaciones cada vez están menos interesadas por la música antigua. Los estados que visitaron fueron Oaxaca, Chiapas, Puebla, Durango, San Luis Potosí, Sinaloa, Michoacán y Veracruz.
Una de las conclusiones a la que los investigadores llegaron al estudiar el entorno sociocultural de dicha manifestación musical, fue que cada región interpreta su propia música; si bien, existen similitudes, cada entidad se distingue por las diferentes tonalidades hechas por sus arpas, por lo que no existe un único tipo de música.
El estudio implicó el antropomorfismo del instrumento en las distintas regiones indígenas integradas por: Yaquis, Mayos, Nahuas, Mazatecos, Tzotziles, por mencionar algunos grupos étnicos. Mismos que le dan un trato animista al arpa, es decir, le otorgan vida y la tratan como a una persona, nombran a sus partes como las de un ser humano: cabeza, pies, espalda, etc. Además, se les da de comer y beber, antes de que inicie una fiesta.
Esta labor académica tiene como uno de sus propósitos fundamentales, crear conciencia y generar conocimiento sobre la expresión musical del arpa, que forma parte de una identidad nacional y de la diversidad cultural que existe en México.
Los resultados de la investigación se podrán consultar en un libro de gran formato que está por publicarse, integrado por diversos ensayos sobre la música con arpa hecha por las comunidades indígenas. La publicación estará ilustrada por diversas fotografías que dan muestra de las tradiciones. Además, también se publicarán discos con grabaciones de las músicas de las distintas regiones.
Alejandro Martínez de la Rosa es licenciado en Comunicación y Periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fue ganador del 3er lugar nacional a mejor tesis en ciencias de la comunicación por el Consejo Nacional para la Enseñanza y la Investigación de las Ciencias de la Comunicación (CONEICC) que trató sobre los cuatro primeros libros de Carlos Castañeda.
Cursó dos años en la Escuela Nacional de Música de la UNAM, en áreas de etnomusicología. Tiene una Maestría en Estudios Latinoamericanos, con tesis sobre Historia de Independencia en Bolivia y Doctorado en Humanidades, por la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Iztapalapa.