ENCUENTRO CON GOROSITO…
Según un documento de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), Latinoamérica, está ante el escenario de crisis económica y social más fuerte que ha experimentado la región en varias décadas; lo que ha puesto según los economistas del organismo, de manifiesto las debilidades estructurales de las economías.
Lo anterior los sostuvo la mexicana Alicia Bárcena, quien lidera el organismo regional que tiene sede en Santiago de Chile. El Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, la mejor medida del bienestar de la población, caerá aún más: hasta el 9.9%, niveles que no se veían desde el 2010. La mayor caída se producirá en América del Sur (9.4%), seguida de Centroamérica y México (8.4%).
La reactivación del crecimiento se presenta más lenta que lo esperado, al igual que la llegada de inversiones a la región que ha disminuido considerablemente. Según los economistas cepalinos, los puntos débiles que han limitado las posibilidades de respuesta a la crisis sanitaria en países que cargan el lastre de poseer sistemas de salud deficientes y poco equitativos; en materia laboral, elevada informalidad, que amplifica un golpe como el del coronavirus y magros sistemas de protección social.
La inequidad seguirá al alza en la región, ya de por sí clasificada en el deshonroso primer lugar de desigualdad en el planeta, la proyección nos dice que al finalizar este año, el PIB per cápita volverá a niveles de una década atrás y la tasa de pobreza se remontará a niveles del 2006. El balance que realiza la CEPAL sostiene que la región va camino de perder, “una década en términos económicos y una década y media en términos sociales”.
Los técnicos del organismo laman a olvidarse de ajustes que guiaron las políticas realizadas en años anteriores y piden apostar por planes fiscales y monetarios expansivos, aún más de los ya aprobados en los últimos meses. Las economías de la región recibieron a la pandemia en un franco deterioro. Pasado un lustro de crecimiento mínimo, en el primer trimestre de este año, el PIB ya estaba en cifras negativas en nueve de los veinte países que integran la región.
Mientras que otros ocho presentaban una clara tendencia hacia la desaceleración económica. La causa: una mezcla entre la baja, tanto de la demanda interna, como de la externa, con China, en aquel momento, en plena crisis. Las restricciones que trajo la pandemia, con la consiguiente paralización total o parcial de la producción de bienes y servicios, no hicieron más que agravar esa situación.
El consumo privado ha sido el componente de la demanda más golpeado. Este hundimiento, amenaza con una recuperación más lenta de lo que se espera, en unas economías tan dependientes del consumo, menos predisposición (y capacidad) de gasto hoy significa, siempre, menos crecimiento, mañana.
Por lo tanto el balance de la CEPAL es tétrico, la pandemia de COVID- 19, será devastadora para la economía de la región. El PIB caerá un 9.1%, la peor cifra en más de un siglo, el desempleo amenaza llegar al 13.5% y la pobreza alcanzará la terrible cifra de 37.7% de la población latinoamericana.
¡Hasta el próximo encuentro…!
Dr.(c).Washington Daniel Gorosito Pérez