ENCUENTRO CON GOROSITO…
Lo del título no son fórmulas algebraicas; de acuerdo con un documento del Programa Mundial de Alimentos (PMA) el impacto socioeconómico del pandemia COVID- 19, en América Latina y el Caribe podría dejar a más de 14 millones de personas en la región sumidas en una severa inseguridad alimentaria a fines de este año, el hambre se multiplicaría por cuatro.
Para esta agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), “es vital y urgente que prestemos asistencia alimentaria al creciente número de personas vulnerables en la región”, sostuvo su Director Miguel Barreto y generar apoyos para todos los que dependen de un trabajo informal.
“Estamos a tiempo de evitar que la pandemia- COVID- 19, se convierta en una pandemia de hambre”. Las investigaciones dan cuenta que más de 11 millones de personas están en estado vulnerable en 11 países de la región, corren el riesgo de agravar la situación de pobreza en que están y sumarse a los 3.4 millones que el año pasado en la región estaban en una situación de severa inseguridad alimentaria.
Lo anterior significa que los afectados están en situación de emergencia y no pueden satisfacer sus necesidades básicas alimentarias, tanto en cantidad como en variedad. El documento del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, toma en consideración los datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que sostiene que la economía regional se contraerá en -5.3% este año, y habrá 11.6 millones de nuevos desempleados.
El desempleo en la región alcanzará a 38 de los 465 millones de integrantes de la población económicamente activa. Del total de trabajadores, el 54% son trabajadores del sector informal, con menores ingresos y casi nula protección social, lo que apunta a un incremento de la pobreza de 29 millones de personas, para totalizar 216 de los 629 millones de latinoamericanos y caribeños.
El documento afirma que el llamado corredor seco de América Central, que abarca porciones muy pobladas de Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua, el número de personas con inseguridad alimentaria aumentará de 1.6 a 3 millones. En Haití de 700 mil del 2019, aumentaría 1.6 millones de personas. Los migrantes venezolanos que están en Ecuador, Perú y Colombia, en esta población flotante, el hambre aumentaría de 540 mil a más de un millón de personas.
En la zona caribeña, la situación se puede agravar más con la temporada de ciclones que inició este mes. El informe no presenta datos de algunos países como México, Brasil o Venezuela debido a que la agencia de la ONU no tiene presencia actualmente.
El director del PMA en la región sostuvo que “trabajando juntos podemos minimizar el riesgo de inseguridad alimentaria y proteger a los países y comunidades más vulnerables de los efectos, potencialmente devastadores del COVID- 19.
Por otra parte el PMA exhortó a los gobiernos de la región a que sostengan los programas de asistencia a los sectores más pobres y que los amplíen a otros grupos vulnerables como los migrantes y los trabajadores informales afectados por el cierre de actividades donde habitualmente buscan su sustento.
Sería terrible que se cumplieran las proyecciones del Programa Mundial de Alimentos y en América Latina y el Caribe, se cuadruplicara el hambre a fines del 2020.
¡Hasta el próximo encuentro…!
Dr.(c).Washington Daniel Gorosito Pérez