SORPRENDE BOTTAS Y GANA EL PRIMER GRAN PRIX

MariLuz Medina/Los Ángeles,CA.-El Mundial de Fórmula 1 ha empezado con una carrera de alto voltaje en Australia, donde todos los pronósticos saltaron por los aires. Los dos grandes aspirantes al campeonato en las dos últimas temporadas se desangraron con una temprana parada en la vuelta 14, que machacó sus neumáticos medios con mucho peso y les acabó lastrando para luchar el resto de la carrera contra los rivales que se detuvieron sobre la 25 de las 58 de que constaba la prueba.

Lewis Hamilton estuvo más perdido que un pulpo en un garaje. Primero, su compañero, Valtteri Bottas, le quitó los adhesivos al apagarse el semáforo, y luego vio como iniciaba la cabalgada que duraría hasta la bandera a cuadros.

Luego, Mercedes, escamado por varios años de perder el triunfo en Melbourne por la salida de los coches de seguridad, prefirió cubrir a Vettel, que fue el que inició el baile de boxes entre los grandes y lo hizo con el inglés. "No sé si voy a llegar al final con estas gomas", dijo Lewis viendo si podía cambiar a una estrategia de dos paradas. No era posible, pero tardó un poco en ver lo que sucedía. Y fue que Bottas se llevaba los primeros 26 puntos en una sola carrera, por primera vez en toda la historia de la F1: los 25 para el ganador y el adicional por la vuelta rápida. Le embuchó 20 gruesos segundos hasta el final de la prueba.Los otros grandes perdedores son los dos coches de Ferrari. Vettel no se lo explicaba, tras acabar a casi un minuto del vencedor en Albert Park: "Simplemente fuimos lentos. No tuve la oportunidad de pelear con nadie, y solo traté de asegurarme de llegar al final.

La 'venganza' de Bottas

Especialmente sorprendente fue el remate de Bottas a su triunfo, a modo de celebración. "A quien corresponda, que se joda", gritó por la radio. No es especialmente poético el finlandés, pero ilustra la rabia para con quienes le han considerado un segundón, es decir para todo el 'paddock', empezando por Toto Wolff, y el 99% de aficionados a la F1 a lo largo y ancho del planeta. Es su cuarta victoria en 42 carreras con el coche más dominador de la historia, gracias a una gran salida. No parece suficiente para expresarse en esos términos, por mucho que algunos vean una repetición del desafío y triunfo de Rosberg sobre Hamilton en 2016. Valtteri no es Nico y no parece capaz de librar esa batalla psicológica con Lewis al mismo nivel. Le queda demasiado grande.

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